Capítulo 1

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Cada vez que creo que salí de un problema, ya estoy en otro, estoy atrapada en un ciclo sin fin de problemas, es como si la vida estuviera conspirando en mi contra. Soy un desastre, me siento un desastre o tal vez soy un gran desastre o simplemente estoy destinada a vivir en un mundo de caos. Incluso mis sueños me torturan. No sé por qué sigo recordando la muerte de mi hermano, esta culpa que siento, aunque sé que no es mi culpa, sigo con este remordimiento, que podría haber hecho algo.

Han pasado años desde que pasó, pero el dolor sigue siendo tan intenso como el primer día. Vi el reloj a las 3:20 am y miré el techo, tratando de dormir otra vez, no me gusta estar despertando en las madrugadas, es odioso.

Empecé a imaginar cómo sería conocer un troll ¿Acaso ellos serían amigables o me comerían al verme?

—Si la copa se rompe y quieres juntar los pedazos, tratar de arreglar, la copa ya no funciona igual, pero si estás dispuesto a pasarlo por el fuego ardiente, se puede crear una nueva copa. —Repetí esas palabras que me dijo hace tanto tiempo Arturo, aunque no les hallo sentido, pero esperaba que eso al menos me aburriera quedado dormida.

Detesto que esto me pase, quiero dormir pero mi cuerpo no copera.

—Historia, leyendas, mitos, fábulas, cuentos de hadas, cuentos para los niños que los ayudan a dormir, incluso algunos para hacerlos asustar; cada mito o leyenda son recuerdos, pero muchos han olvidado sus vidas pasadas, pero en tu mundo muchos son escépticos, al igual que en otros mundos. Todo lo quieren explicar con ciencia, cada mundo cree que es solo fantasía, algo de su imaginación, pero contiene verdad y no todos están dispuestos a ver esa verdad. —Me limpié la lágrima de mi mejilla.

Esas son las palabras que sigo recordando de él después de su muerte nada fue igual él me apoyó y cuido, su muerte fue dolorosa como la de mi hermano, ¿acaso solo estoy destinada a ver muerte con las personas que aprecio? él siempre me protegió como su hermana menor, lo extraño tanto y solo me quedan esas cartas que me escribió, me senté en mi cama solo sentía las lágrimas caer, pero me contengo, a un me duele haberlo perdido a él también me siento muy sola a pesar de estar rodeada de gente.

Me pregunto si habría cambiado algo si no hubiera conocido este mundo, tal vez él estaría vivo este lugar está lleno de magia, hay tantas maravillas en este lugar que sigo aprendiendo más de este lugar como de mi mundo, pero sigo teniendo dudas si hice lo correcto en aceptar continuar con esto.

Pero sé que ahora que cada cosa maravillosa, ahí un lado oscuro detrás me hubiera gustado saberlo antes, me ocultaron la verdad de esto y a causa de esto no solo sigo sufriendo en silencio, guardándose los problemas y no pedir ayuda, he presenciado muchas muertes y traiciones, no sé si algún día acabará esto, no me gusta ver a la gente sufrir, pero estos sentimientos de tristeza, soledad, dudas me están matando por dentro, quisiera poder hablar con alguien de esto, pero siento que si lo hago ve vean débil con lástima que me traten diferente, o una loca.

Cuando salí a la cocina para comer algo, escuché la puerta de la entrada abrirse. Me quedé quieta en la cocina, vi pasar a mi padre. Apenas ha llegado y ebrio, se acercó a mí; al verme, me abrazó. Apesta a alcohol; sentí sus besos en mi mejilla diciéndome que me quiere.

—Ya me voy a dormir, buenas noches, cariño —me dio otro beso—. Te amo mucho. —Antes de irse por el pasillo, solo veía cómo se tambaleaba de un lado a otro hacia su cuarto. Le puse seguro a la puerta de la entrada; la dejó toda abierta, hasta podía sentir el frío, incluso pude ver la luna. Ya en pocos días será luna cuarta creciente.

Tomé el paquete de galletas; al menos me alegro de que las tácticas de sigilo me ayudan para escabullirme a la cocina sin hacer ruido. Sentía como mi corazón latía. No estaba segura si ir a mi cuarto cuando escuché las quejas de mi madre desde su cuarto. Me dirigí a su puerta y me senté en el suelo frío, recargada en la pared, escuchando lo que dicen. Solo espero que mis hermanos no se despierten por esta pelea.

—Ya relájate, ya estoy aquí, ¿qué más quieres?

—Que me digas dónde estabas, no he dormido, no contestas mis llamadas, estoy preocupada por ti y tú llegas así, no es justo. —Sentí un nudo en la garganta; me gustaría hacer algo para entenderlos mejor y poder resolver esto.

—Ya, déjame dormir.

—No, báñate, apestas, no te acostarás así. —Mi madre está muy enojada. —¿No te da vergüenza llegar así a la casa y que los niños te vean así?

Me alegro de que al menos mi madre no me haya visto, y cuando a mi padre se le pase el efecto, tal vez no lo recuerde del todo lo que pasó.

—Ya dime, ¿qué quieres? Dímelo. —Creo que no fue buena idea escuchar. —Dime con quién estabas.

—Con nadie —escuché como algo cayó del piso; solo espero y no piense en golpearse.

—Si mientes, dímelo, ¿con quién? —mi madre alzó mucho más la voz—. ¿Dime con quién estabas?

—Mis amigos—

—Mentiroso, estabas con ella —escuchaba más el llanto de mi madre.

No alcancé a escuchar lo que dijo mi padre; solo escuché el chirrido de la puerta. De seguro se va a bañar. El llanto de mi madre es lo único que escucho. Sé que aún discuten, pero no logro escuchar bien, por el agua de la ducha, qué fastidio.

Soy una metiche por estar escuchando conversaciones ajenas, pero al ser una pelea de mis padres, me da miedo que esto se balle a golpes o que se desquiten con mis hermanos otra vez.

Me gustaría irme a ese mundo, justo ahora, a pesar de lo que, visto y sufrido de ese lugar, prefiero estar ahí que en esta casa. Siento una gran tristeza, con ganas de llorar, pero tengo que aguantarme. Cuando se acabaron las galletas, me levanté del suelo y me fui a mi cuarto. Son las 5 am y traté de dormir otra vez.

Mi nombre es Saray y esta es mi historia. Todo cambió por una estúpida decisión; ahora muchos debemos pagar por lo que nuestros padres hicieron en el pasado.

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Nota para mi querido lector.

Tenía miedo de publicarlo; hace años que trabajaba en esto, pero doy gracias a Dios por las personas que he conocido y me animé a publicarlo, a compartirlo. Espero y sea de su agrado. Mil gracias.

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Yumbrel: nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora