No sé dónde estoy, todo a mi alrededor es oscuro. Solo caminé unos segundos; después vi una luz azul muy brillante y tan pequeña y flotando. Me acerqué, pero luego me detuve al ver que de ella salieron tres luces más de esa pequeña luz, pero tenía curiosidad de saber qué era eso.
Al acercarme, cuando di un paso más, me detuve luego de ver que empezaron a moverse. Me alejé un poco, pero al percatarme de que esas luces formaron un gran y enorme árbol, es maravillosa esa altura. Los detalles son gigantes en ese árbol, es hermoso. Al despertar de ese sueño raro, chequé mi celular para ver la hora; solo faltaban veinticuatro minutos para que sonara mi alarma.
Cuando me levanté, saqué el objeto que me regalaron al quitarle el envoltorio; es un libro, es muy lindo el diseño que tiene. Al girarlo no encontré una manera de abrirlo; esas figuras metálicas que parecían hojas y enredaderas no me dejan abrirlo, cubren todo el libro. Tal vez tenga una llave o un truco para abrirse. Cuando toqué uno de los diseños, sentí como algo afilado pinchó mi dedo. Cuando lo vi, una gota de sangre. ¿Me había picado con eso? Vi como esa gota de mi sangre se fue desapareciendo; las cosas metálicas lo absorbieron y se empezaron a mover esas figuras metálicas formando a una persona.
Es una chica, esto es impresionante; debe tener algún truco esto y no me fijé bien. Al ver cómo poco a poco se formaban, es hermoso cómo alguien pudo diseñar algo así. Debió tener mucha paciencia para crear algo así; sea quien sea que lo haya creado, tiene muy buenas habilidades y una gran imaginación.
—Por fin hace años que ya quería despertar. —Al escuchar eso me asusté, provocando que callera de la cama. ¿Cómo es que habla? Esto no es un juguete. —Ese tonto, ¿cómo se atreve a hacerme esto?
El libro es mágico como el de ese mundo. ¿Por qué no lo pensé antes? ¿Por qué me daría algo así el señor Francis? Debió haberse equivocado o es parte de otro plan más.
—¿Qué fue eso? —escuché gritar a mi madre.
—Fui yo, ma me caí, estoy bien —espero que no entre a mi cuarto.
Me senté otra vez en mi cama.
—Hola, linda, sí que fue dura la caída. ¿Cómo te llamas? Ya sé, no me lo digas, deja adivinar. ¿Tu nombre empieza por una vocal? —Me quedé en shock al escuchar eso; esa figura metálica me acaba de hablar, pero tampoco debería de sorprenderme tanto si proviene de ese mundo.
Negué con la cabeza; ni siquiera podía emitir una palabra. No sé qué debo hacer. ¿Para qué me dio esto?
—Muy bien, no tengas miedo, no te haré daño. ¿Te llamas Daisy?
—No, ¿quién eres tú?
—Así... ¿dónde están mis modales? Lo lamento, me llamo Mika; hace tanto tiempo que no convivo con personas... —Al escuchar su tono, sentí pena.
—Hola, Mika, yo soy Saray, aunque muchos me dicen Sara, algunos me dicen Sary, así que dime cómo tú quieres. —Le sonreí. Es extraño hablar con ella, pero por todo lo que he pasado, es muy curioso esto.
—Oye, ¿estás bien? ¿Acaso soy tan fea? —Estaba asustada, se podía notar su expresión.
—No, no lo lamento, estaba pensando en algo más. —Solté un gran suspiro; no sé qué hacer, no pensé que me fueran a regalar esto de ese mundo. —Estaba angustiada por esto. ¿Qué se supone que debo hacer con esto?
—¿No te dijeron nada respecto de lo que soy? —negué con la cabeza—. Ese bobo no cumplió su promesa. —Estaba molesta, ¿de quién estará hablando?
—Solo me dejaron una nota, dice que sabré cómo usarlo y eso es todo.
—Qué irresponsable es, no se le puede confiar una promesa. —Estaba muy furiosa; solo veía cómo ella se movía sobre la cubierta del libro de un lado a otro. No comprendo lo que está pasando, y menos porque me dieron esto.

ESTÁS LEYENDO
Yumbrel: nada es lo que parece
Adventureen un universo fracturado por la guerra y la traición, descubrir que mi familia puede ser mi mayor enemigo. Confié en la persona equivocada y aprendí que la traición puede venir de aquellos mas cercanos, hubiera sido mejor morir aquel día que vivir...