Extraño a mi hermano; él murió hace dos años. Recordé todo lo que habíamos jugado. La escuela apenas iba a comenzar; estaríamos juntos en la misma secundaria hasta que me graduara, pero no fue así. Hubiera sido divertido. Me siento culpable por eso; si tan solo lo hubiera cuidado más, tal vez estaría conmigo ahora. Lo extraño mucho.
Otra vez soñé con mi hermano; quisiera soñar cosas bonitas por lo menos una noche.
Cuando mi padre me acompañó, pero se quedó parado en la entrada donde conecta el callejón con el centro donde está la fuente.
—Hasta aquí llego; yo te veré más tarde. —Me despedí de él y me esperó ahí hasta que entrara.
—Buenos días. Vi al señor Francis sacando unas cosas de una caja.
—Buenos días, tengo algo para ti. Ven. —Al acercarme, me dio una bolsa de gomitas.
—Gracias.
Al entrar al portal, incluso sentía emoción ver esto otra vez. Ya no me da miedo. Cuando la neblina desapareció, vi a ese hombre. Sentía algo extraño cuando él está; al parecer todos los días que vengamos, ¿será así? Un guardia personal, al parecer, aunque creo que es algo innecesario.
—¿Listas para tu segundo día?
—Sí —esta vez al menos pude responder, sin nervios. —Disculpa —me puse nerviosa de preguntarle; creo que mis nervios al final sí me ganaron.
—Sí, dime.
—Am... No, perdón, creo que es algo tonto —dije apenada.
—Ten la confianza de contarme todo, lo que quieras; veme como un amigo o un hermano mayor, que quiere protegerte. —Hubo varios segundos de silencio hasta que habló. —Si quieres que solo te escuche, lo haré; si quieres un consejo, también te lo diré; si tienes algún problema, te ayudaré a que tomes la mejor decisión para ti. —Al oír eso, solo pensé que es más como un psicólogo.
—Sí, gracias.
—Dime cómo te ha ido en la escuela, la de tu mundo.
—Normal.
—¿Qué es normal para ti? —No me esperaba que preguntara eso. Cuando digo eso, ya no me suelen preguntar algo más al respecto y así, aunque cambien de tema, es algo que me funciona para evitar charlar, pero es la primera vez que no funciona.
Le conté lo que pasó en la escuela en estos días y no sé cómo terminé contándole cómo la pasé en el primer año y segundo año.
—Deja ir todo eso, ya está en el pasado.
Me dio varios consejos. Mientras hablamos, cuando hablamos, me llevó por otro camino. Realmente es un laberinto, pero creo que como llegué temprano, él quería solo ayudarme. No creí que notara mi tristeza; según yo, lo oculto bien.
Cuando llegamos, ya estaba la maestra Lia. Se siente raro estar en un salón vacío y solo estar nosotras. Solo me explicaron sobre el reloj o pulsera, cómo tengo que usarlo. Es curioso esto, está conectado a mí; solo espero y no deje marca esto.
—Esta tecnología se adapta a ti; se ve como un accesorio la pulsera, el reloj, que es el más común, un cinturón, incluso un collar o unos pendientes. —Movió su cabello dejando ver su pendiente. Es interesante cómo este objeto puede tomar diferentes formas. Recuerdo cuando lo saqué de la caja; parecía solo una masa blanca y encima una piedra negra. Al tocarla, me dijeron que pensara en algún accesorio. En ese momento pensé en la colección de relojes de mi padre y en todas las pulseras de mi madre. Transformé eso en una especie de pulsera y reloj. obteniendo esta forma peculiar.
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Yumbrel: nada es lo que parece
Adventureen un universo fracturado por la guerra y la traición, descubrir que mi familia puede ser mi mayor enemigo. Confié en la persona equivocada y aprendí que la traición puede venir de aquellos mas cercanos, hubiera sido mejor morir aquel día que vivir...