Chico futbolista

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Pedri miraba confundido a la ojigris a su lado las palabras dichas por la misma hacían eco en su mente esperaba una explicación lógica la verdad y así podría fundamentar su repulsión hacia el rizado.

— ¿Cómo dices? —la miro a los profundos ojos grisescos que tenía a su lado en busca de respuestas pero no obtuvo nada.

— Solo digo que tengas cuidado con Oliver —suspiro llevandose una mano a la nuca para rascarse — Digamos que Gavi y él tienen historia...

— ¿Ellos fueron?

— No, la verdad su relación fue algo extraña por así decirlo —se mordió el labio inferior — Lastimo mucho a Gavi en su momento.

— Menudo gilipollas —apretó el vaso con fuerza que tenía en la mano causando que este soltara un crujido.

— Será mejor que me des eso antes de lo rompas —le quitó el vaso — Porque lo vas a romper y vamos a tener que pagarlo —bromeo — Además de que te vas a cortar y no queremos eso —añadió dándole una pequeña caricia en la mano.

Vaya que si a Roma le hubieran dicho hace unos meses que estaría en la terraza de un pub en Los Angeles hablando con su cuñado que no es aún su cuñado y que no sabía que ella era su cuñada, sobre el chico que le gustaba a este y que casualmente era su mejor amigo, se hubiera reído.

— Gracias...por lo del vaso —murmuro tímido.

— De nada, Gavi suele tener esos arranques de ira y generalmente quiere romper cosas, así que ya es costumbre —se encogió de hombros — Es como mi instinto de supervivencia. 

El canario saltó una risa flojita. Le caía bien la chavala.

— ¿Supongo qué por tu reacción Oli no te cae?

— Lo detesto —bufó apretando los puños.

— Lo comprendo —lo empujo levemente con el hombro — Si te hace sentir mejor cuando me enteré le di unas buenas ostias hasta que Biel me detuvo de cometer asesinato.

— Me caes bien eh chica homicida —movió las cejas divertido.

— Y tú a mi chico futbolista —jugueteo con el vaso en su mano — Pero la verdad si se lo merecía ese hijo de puta y créeme que lo haría de nuevo. Si no fuera porque Pablo me ha dicho que no lo haga.

—¿Entonces por qué lo invitáis? 

— Muy a mi pesar es parte de la pandilla —el canario arqueo una ceja — Habíamos quedado que si llegáramos a salir entre nosotros y por a, b, c, d, motivo lo dejábamos no afectaría al grupo.

De Canarias A Sevilla {Gadri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora