Stalker

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Horas Antes...

El Canario suspiro con la vista fija en aquella puerta por la cual el menor había desaparecido hace menos de dos segundos, el sueño que cargaba consigo ya se había disipado en su totalidad, seguía sin creerse posible como el pequeño, su pequeño se había alterado en sobre manera solamente con la mención de su llanto en el vuelo.

«— Tal vez necesita tiempo...» Pensó desviando la vista de la puerta.

Termino de acomodar sus prendas en el armario, satisfecho con su organización dirigió su vista al lado que le pertenecía al Sevillano, el cual estaba evidentemente más desarreglado que cualquier otra cosa que Pedri haya visto en su corta vida, resoplo divertido y negando con la cabeza comenzó a acomodar también las cosas del menor. Al cabo de unos minutos su móvil sonó cortando totalmente el silencio en aquella habitación.

Ferryman 🦈

—¡Pedritoou....! grito el valenciano del otro lado del aparato arrebatandole una pequeñita sonrisa al mencionado anteriormente.

— Ferryman...¿Qué ha pasao'? ¿Ya me extrañas tío? — pregunto divertido.

— ¡Joe' hombre que no puedo vivir sin ti!  ¡Que Ansu es un aburrido de puta madre!

Lo siguiente que escucho Pedri fue un golpe seco seguido de unos "¡No soy un aburrido Ferran!" "¡Me cagó en tus muertos, eso dolió Fatiga!" y "Toma ya pa' que se te quite lo tonto" El Canario negó divertido con la cabeza por las ocurrencias de sus amigos, mientras apoyaba su móvil en su hombro pegandolo con fuerza a su oído derecho para tener las manos libre y poder coger la maleta amarilla del Sevillano, la coloco cuidadosamente junto al armario del menor.

—¿Pedri Potter sigues ahí? 

— Lamentablemente si...

— Vale...te llamaba para que vengas a pasar el rato conmigo y con El Abuelo Fatiga — de nuevo una queja del Guineo se hizo presente — para echarnos un FIFA o morire del aburrimiento.

Soltó una risa floja ante el dramatismo del Valenciano — Vale...vale...le avisaré a Gavi y estaré allí en menos de lo que esperáis.

— Valeeeeee Guapetón.

Colgó la llamada.

Suspiro un poco, dudando si avisar a Gavira o no, inspiro hondo y armandose de valor fue a la puerta del baño.

Dio tres toques suaves.

No mentía si dijera que temía que Pablo abriera la puerta de golpe y metiera una hostia en la nariz.

De Canarias A Sevilla {Gadri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora