Hagamos una apuesta

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En todo el entrenamiento habían estado alejados ya que prácticamente Ferran secuestro al canario obligandolo a contarle todo lo que ocurrió con Pablo, mientras que el menor estaba acompañado de Fermín. Habían corrido de un lado a otro sin parar, practicando faltas, haciendo estiramientos, desde lo  físico hasta técnico, también la fuerza, coordinación y penaltis. Justamente eso estaban haciendo ahora, Xavi decidió como cierre con broche de oro mandarlos a practicar penaltis ya que faltaba pulir algunas cosas, estaban agrupados en dos filas para tirarlos, para hacerlo más divertido Sergi propuso que el equipo que fallase más tiros tendría un castigo, muchos dijeron que pagaran algún monto de dinero pero les resultó más divertido que el equipo que perdiese juntará todos materiales utilizados, finalmente nadie puso peros y quedaron así. 

En el momento en que estaban lanzando una moneda para ver quién tiraría primero, Gavi cogió del brazo dulcemente a Pedri para hablar ya que a ambos les había tocado en equipos distintos.

—Hagamos una apuesta —soltó el sevillano cubriéndose la boca con la palma de la mano para que así nadie le leyese los labios.

—¿Qué? —cuestionó el canario confundido.

Pablo rodó los ojos — Tú y yo hagamos una apuesta.

—¿De qué tipo? —se cubrió la boca con la palma de la mano al igual que el menor.

— Si yo meto, haré lo quiera contigo —movió las cejas con una sonrisa.

— ¿Y si fallas? 

— Pues ganas tú —explicó sencillo.

— Vale ¿Y si la meto yo? ¿Qué ganó?

— Lo que quieras —se encogió de hombros.

— Hum...—puso cara de estar pensando — Quiero una cita contigo.

—¿Cómo dices? — pestañeo confundido.

— A que si yo ganó tendremos una cita —sonrió.

Suspiro — Vale —extendió la mano cubría su boca en dirección al canario —¿Trato?

— Trato —estrecho su mano y el menor lo estiro para quedar a la altura de su oreja.

— Ten por seguro que ganare, Plátanito.

— Eso ya lo veremos, mi vida.

Y así cerraron el acuerdo, cada uno fue por su lado en sus filas correspondientes, en la fila de Pedri, solamente había fallado el tiro Balde, mientras que en el de Gavi, solamente habían conseguido anotar tres de sus compañeros.  Llegó el turno del menor, que inhalo y exhalo con fuerza, cerrando los ojos, dejando que esa adrenalina de siempre le llenase el cuerpo, calculo con exactitud antes de patear donde caería el balón, si dirigía al medio engañaría a Ter Stegen y entraría, así que se dejo llevar por su intuición. Posiciono y el balón tristemente fue parado por el portero haciendo bufar al menor que pegó un grito por el enfado, causando que Pedri riera un poco el menor al notarlo le lanzo una mirada asesina que le hizo sonreír de lado.

De Canarias A Sevilla {Gadri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora