Cuando el amor es amor no se mira el color o el sabor...
El amor es amor, eso es lo que es.
A veces vemos cosas que son y cosas que no son.
Pero el amor es esa persona que ve tus cicatrices y aún así se queda a besarlas....
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Tres meses, tres meses que pasaron volando y ya estaban en noviembre, los chicos tenían partido tras partido lo malo era que iban a lo montaña rusa uno lo ganaban por los pelos, otros los empataban de milagro y otros...los perdían asquerosamente, entre los dos se ayudaban mutuamente y eso era tan hermoso de ver, Pablo había comenzado las sesiones con la psicóloga del club la cual era una mujer extremadamente amable y pudo leer tan fácil al menor, el cual se soltó más con la mujer contándole todo lo que paso en su vida, probablemente Gavi era el paciente con más traumas psicológicos que atendió en su larga carrera. También luego de hablar con Pedri se sintió seguro de contarle sobre aquella extraña relación con el mayor.
Quizás era por eso que la mujer había citado a Pedri un sábado por la mañana antes del entreno para hablar, no era mentira si el azabache decía que estaba entre preocupado y nervioso e incluso con algo de temor, tampoco es como que todos los días te cite la psicóloga del club que casualmente atiende al chico que sale contigo y con el cual follas, no es lógico y eso es alarmante para él.
Al despertar lo primero que hizo fue coger el móvil y enviar un mensaje de buenos días a Pablo, la verdad era generalmente extraño que no durmieran juntos pero así era mejor para el canario ya que no debía mentirle a Pablo sobre porqué iría tan temprano a la Cuidad Deportiva ese día, luego de darse una ducha y vestirse, bajó a la cocina para coger alguna fruta para desayunar, no tenía tanto apetito...el lo atribuía a los nervios pero todos sabemos que no es así, al llegar a la isla de la cocina se encontró con su hermano que aún estaba en pijama, con el cabello desarreglado y unas grandes ojeras, que estaba preparando algo de comida.
—Buenos días —lo saludó sonriendo y cogiendo un plátano.
— Si, si buenos días —bostezo de forma involuntaria.
— ¿Una noche dura? —cuestionó sentándose sobre la barra y dándole un mordisco a su fruta.
Suspiro — Algo así...a saber que iba ser tan duro tener hijos me hubiera hecho la vasectomia hace años —bromeo.
— O simplemente hubiéramos dejado hace tres meses que Fermín me diera un balonazo y ya —comentó divertida la voz cansada de Roma a sus espaldas.
— Gracias a Dios salgo con un hombre y Pablo no se puede embarazar —sonrió divertido en dirección a su cuñada que al pasar a su lado le dio un golpecito en el muslo.
— Ya veo que el humor roto lo tenéis de familia eh —rió levemente tomando una taza de café para beberlo pero en menos de un segundo Fer se lo quitó de las manos para cambiarlo por uno de té de fresas —¡Fer! —se quejó haciendo puchero.
— Nena, el café no es bueno para el bebé —sonrió dejando un beso sobre la mejilla de la chica y acariciando el vientre de la misma que ya se empezaba notar abultado —Además según mamá el té de fresas reduce los vómitos y mareos —añadió.