Amor

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[Leer con El Amor — Ricardo Arjona]

El amor es un ingrato que te eleva por un rato

Y te desploma porque si

El amor es dos en uno que al final no son ninguno 

Y se acostumbran a mentir

El amor es la belleza que se nutre de tristeza

Y al final siempre se va


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Las semanas habían pasado desde la última vez que vio a Pedri en el hospital, se sentía destrozado, se negaba a creer que en verdad el canario, su canario estuviera jugando con él todo ese tiempo...ni siquiera dejó que se lo explicase, no lo quería oír, él se entrego en todos los sentidos al mayor, lo amo tanto que abandono todos sus miedos con tal de estar con él y así le pagaba.

Siéndole infiel con una chavala de por ahí.

Joder, era un idiota por creer que realmente Pedri lo amaba, nadie lo quería ni su propio progenitor y eso era tan doloroso.

Quería olvidarse de Pedri a diestra y siniestra, por lo que se levantó de su cama, cogió las llaves de su coche y se dirigió al departamento de quién tal vez podría ayudarlo a olvidar al canario aunque sea por una noche.

—¿Gavi?

— Hola, Oli —sonrió rascándose la cien nervioso.

 —¿Qué haces aquí? —cuestionó sorprendido.

—¿Puedo pasar? —se mordió el labio inferior nervioso.

— Si, supongo...pasa —se hizo a un lado para el menor pudiese pasar.

Paseo su mirada curiosa por el lugar, en definitiva había muchos cambios desde la última vez que estuvo allí pero todavía estaba presente ese olor a menta y limón que se le hacía tan espectacular en Oliver.

—¿Te ofrezco algo? ¿Agua? ¿Café? ¿Zumo? ¿Una cerveza? —lo miro amable.

Era obvio que Oli sabía lo que ocurrió, es más toda Barcelona lo sabía.

— Una cerveza, por favor, Ricitos.

Una sonrisa decoro el rostro del mayor al oír el apodo.

— Entonces una cerveza para, el Gatito —sonrió — Te puedes sentar por allí ya vuelvo.

Se estaba alejando y fue cuando el menor se envalentono — Oli.

— ¿Si? —se giró sobre sus talones.

De Canarias A Sevilla {Gadri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora