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—Te has vuelto más hermoso, bebe.

Nauseas, tenía unas enormes náuseas en esos momentos, la dulzura de la otra persona solo le provocaba ansiedad, no se sentía confiado al hablar, no se sentía como siempre para enfrentar a las personas, se sentía como un gato huraño que no quería ser tocado por nadie.

La mirada de la persona frente a él le provocaban escalofríos, quería huir, correr lejos de la presencia del hombre frente a él, ese sujeto que tenía una sonrisa estúpida dibujada en su estúpido rostro. Ese hombre que tenía una historia alrededor de ellos tres.

Namjoon sentía su sangre hervir y la bilis llegar a su garganta, quería decir tantas cosas, quería hacer tantas cosas pero no podía, su penetrante mirada le impedía moverse. Era tan terrorífico verlo frente a él después de cuatro años.

Cuatro largos y agonizantes años.

—¿Te comió la lengua el ratón, cariño?.

Su tono burlón, su mirada que mostraba diversión solo le provocaban más y más ganas de correr y esconderse bajo una piedra para no verlo otra vez.

—Deja de escupir tanta mierda y dinos, ¿Que quieres de mí?.— la dura voz de Taehyung lo hizo estremecer, era tan dominante, tan feroz, incluso el leve gruñido oculto en lo más profundo de su pecho lo hizo temblar.

Su esposo era tan dominante que sin darse cuenta, mostró su cuello con una hermosa sumisión, buscando la atención del alfa que gruñía, deseando sentir los dientes del hombre en su suave piel para que lo marcará, para que demostrará que le pertenecía.

Incluso Jungkook se encogió en su lugar por el miedo, no era como Namjoon pero él si retrocedió unos pasos.

En cambio el hombre que recibió esa feroz voz no se inmutó, era obvio, el sujeto era un beta que no iba a caer ante las provocación posesiva de un alfa.

—De ti, no quiero nada, en cambio...— su mirada se dirigió al Omega más alto, observó fascinado como el cuello de Namjoon quedaba al descubierto para el placer del joven alfa.

Otro gruñido provino de Taehyung al notar lo que observaba fijamente el hombre, con un fuerte impulso, envolvió la cintura de Namjoon con sus brazos y sus labios tocaron el maravilloso cuello de su esposo, demostrando quien era él. Pudo sentir el cuerpo del mayor estremecerse de placer y satisfacción ante su dominio.

—¿Que mierda haces aquí? ¿Acaso estás aquí para jodernos la vida?.— se interpuso Yoongi, ocultado a ambos jóvenes detrás de él para cubrirlos de la vista burlona del sujeto.

—Claro que no, Yoonie, a ti ya te la jodi antes, a Tae también, ahora solo busco algo más... Interesante.— sonrió burlonamente ante los gruñidos, podía notar como Yoongi apretaba la mandíbula, tratando de contener su furia.

—Vete de aquí, sigue tu jodido camino y no te metas en el nuestro.— Yoongi ya estaba a la defensiva, listo para lanzarse a la garganta del contrario.

—Eres tan grosero, no puedo creer que sigas viviendo así.—Solto una risita burlona. —Por cierto, ¿Cómo está Hobi?

Está vez se sorprendió por el fuerte gruñido. No era de Yoongi, ni de Taehyung, mucho menos de Jungkook que se había ocultado detrás de los demás, no, ese gruñido había venido de Namjoon.

Era tan rudo, tan desafiante, un gruñido molesto que demostraba como marcar su territorio. Namjoon salió de los brazo de Taehyung y se acercó al hombre.

Con un gran orgullo, demostró su estatura, su cuerpo y su dominio, un gruñido se escuchaba en lo más profundo de su pecho mientras le enseñaba los dientes al contrario, su frente chocó contra el sujeto y su mirada demostraba el odio más puro.

[ Entre Omegas ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora