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A pesar de haber salido de aquella pelea, aún podía sentir esa pesada tensión a su alrededor. Namjoon estaba ahí sentado con un Taehyung a su lado, frente a ellos estaba Yoongi y un Hoseok que tenía cinco minutos de haber llegado cuando recibió la llamada del Omega.

Jungkook se sentía la piedrita del zapato, metido dónde no debía pero no queriendo abandonar su lugar, estaba metido entre Taehyung y Yoongi a modo de protección por si las cosas se ponían más tensas.

Era obvio que iba a ver una discusión o una plática profunda por la manera en la que Namjoon observaba a Hoseok, los otros dos alfas estaban en silencio, esperando algo, una señal, una palabra o un movimiento, cualquier cosa para cortar ese asfixiante momento.

Jungkook no estaba mejor, estaba empezando a marearse por las abrumadoras feromonas de todos, estaba demasiado tensos. No lograba entender como Namjoon podía soportar todos esos aromas alfas. Él ya sentia que iba a vomitar.

—Entonces...— trato de hablar Hoseok pero no sabía que decir exactamente, Namjoon lo había llamado con una gran urgencia, diciendole que se apresurara por que era algo muy importante.

—No se por qué estamos todos aquí, así que, a mí no me veas.— le respondió Yoongi cuando notó la mirada interrogativa del contrario.

—Jung Hoseok.— el tono serio en Namjoon hizo que los tres hombres lo voltearan a ver.

—¿Que hice?.— no entendía nada, no sabía si había cometido un error o se había equivocado en el trabajo.

—Tu lo sabías.— siseo entre dientes el Omega sin quitar su mirada penetrante en Hoseok.

—¿Yo lo sabía? ¿Que cosa?.— su mirada confundida solo lo hizo gruñir con molestia.

—No mientas, joder, Hoseok ¡tu lo sabías!.— alzó la voz mientras se levantaba de su asiento para terminar recargando sus manos sobre la mesa, los vasos tintinearon ante movimiento brusco.

Taehyung, que no entendía nada de lo que pasaba, sujetó de la cintura al más alto para evitar que hiciera algo tonto.

Jungkook estaba confundido y un poco asustado, las feromonas eran demasiado para su sensible nariz.

—¿Por qué no vas a buscar un postre, jungkook?.— la voz tranquila de Yoongi lo hizo sentir un poco de alivio pero también duda, quería salir de ahí, pero no quería dejar a Namjoon con tres alfas que podrían dañarlo.

¿Quien dañaría a quien? Esa era la verdadera pregunta.

—Yo... ¿Está bien que vaya?.— preguntó con duda, sin quitar su mirada del otro omega.

—Hoy hacen nuevos postres, será bueno que los pruebes.— está vez hablo Taehyung, sin soltar a Namjoon que seguia mirando fijamente a Hoseok.

Podía notarse la duda en el más joven pero dejaron de prestarle atención cuando Namjoon volvió a gruñirle a Hoseok y este le respondía de la misma manera. Ambos estaban intentando defenderse.

—¡No sé de qué mierdas hablas, Namjoon!.— se levantó de la misma manera que lo había echo el Omega, para defenderse y enfrentar al hombre furioso frente a él.

Jungkook había logrado salir de la mesa gracias a Yoongi pero se detuvo a medio camino cuando escuchó el ruido de algo golpear la mesa, con miedo, se volteo a verlos y se quedó en silencio al tratar de procesar lo que pasaba.

Hoseok estaba sobre la mesa.

Bueno, casi, ya que solo estaba recostado en la mesa mientras era sujetado por la nuca para evitar que se moviera, Namjoon se había movido demasiado rápido como para poner bajo control a un alfa.

[ Entre Omegas ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora