[14]

394 70 49
                                    

Sus manos estaban demasiado inquietas al recorrer el cálido cuerpo que tenía debajo de él, la suavidad de su piel lo hacía ronronear como un cachorro cuando recibía pequeños y lindos suspiros de respuesta.

Todo era nuevo para Jungkook pero le encantaba experimentar y el cuerpo que tenía a su disposición era una buena manera de empezar todo. Sus labios tocaban con ligereza cada centímetro de piel desnuda, ansioso por dejar alguna marca.

Sus dedos empezaron a jugar con el botón del pantalón con la intención de quitarlo de su camino y así poder dirigirse hacia el paraíso. El dulce aroma a uva goteaba dulcemente por toda la habitación, las sabanas estarían bañadas en el aroma del hombre que se retorcía entre ellas.

Era hermoso, tenerlo para él era uno de sus sueños más lejanos pero que ahora se estaba volviendo realidad.

—¿Puedo quitarlo, hyung?.—preguntó en voz baja, susurrando contra su piel caliente, estaba inquieto, deseando quitar todas las barreras para poder sentir su piel con la del contrario.

—¿Es necesario?.—respondió con un jadeo cuando las manos de Jungkook lo jalo por las caderas. Tener al Omega más joven metido entre sus piernas era algo que nunca había imaginado.

—Quiero sentirte hyung, por favor.— una pequeña mueca de dolor se dibujo en su rostro y se dejó caer sobre el Omega mayor.

—Jungkook, se supone que yo debo cuidar de ti, estás en celo.—lo regaño mientras intentaba levantarse pero el más joven se aferraba a su cuerpo.

—No quiero que me cuides.—gruño con molestia e intento sujetar al mayor contra la cama pero fue inútil, estaba débil, adolorido, cansado y deseoso.

—Kook...

Namjoon cerro los ojos y se quedó pensando un poco su situación, todo había estado muy bien, pero de repente, el mas joven habia entrado en celo y lo habia atacado, lo arrastro a su pequeño nido improvisado y desde ese momento, no le había permitido salir. Hoseok se fue hace una hora por trabajo y ahora solo estaban ellos dos solos.

¿Cómo diablos empezó todo si habían empezado bien?.

[...]

Había logrado arrastrar a Hoseok al departamento de Jungkook (el más joven había insistido en llevarlos ahí ya que vivía más cerca) para poder hablar seriamente, aunque en realidad solo queria averiguar unas cosas, la inesperada visita de Seokjin lo hizo tener muchas preguntas.

—Bienvenidos a un humilde hogar.— la sonrisa de Jungkook creció cuando noto los rostros sorprendidos de ambos hombres. Su casa era estúpidamente grande y llena de objetos caros.

—Es muy linda... Pero Namjoonie te gana.—dijo Hoseok mientras se cruzaba de brazos, el menor podría alardear de sus cosas pero Namjoon tenía prácticamente un maldito museo en su hogar. Sus paredes adornadas con pinturas famosas junto a varias figuras esparcidas perfectamente que también eran artículos de arte.

Si alguien se pondría a comparar, entre la casa de Jungkook y Namjoon, prácticamente Namjoon ganaba. El alfa y el Omega que vivían en ese lugar tenían los mismos gustos en el arte.

Malditos ricos, amaba ser amigo de ese par, daban los mejores regalos.

—¿Algún día me enseñarás tu casa, hyung?.—el entusiasmado en la voz del más joven solo hizo suspirar a Namjoon, después de su charla con Jungkook ese día, podía entablar una conversación más normal y menos profesional.

[ Entre Omegas ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora