Sinceramente no tengo ni idea de qué hago con mi vida, solo me dejo llevar por el aburrimiento y la esquizofrenia jaja.
No puedo decir mucho de esta historia, la imagen de portada y el título dicen mucho.
Esto es una Au (universo alterno) por lo que...
Ya había llegado el momento, el día en donde pondríamos a cabo el plan que el maestro jiraiya había armado.
Ese día está tornado con nubes grises y frío viento, señales de que estaba por llover. Pero eso no retrasaría la misión, no había vuelta atrás.
El día anterior lo había pasado con los chicos divirtiéndonos, no sabía si de esta misión hiba a poder volver o no. Quería que si ese fuera nuestro ultimo recuerdo fuera una agradable que pudiera perdurar en sus mentes.
-¿listos todos para esto?- dijo el maestro jiraiya dirgiendoce a nosotros, el ya había enviado a los cazadores anbu unos cinco minutos atrás.
Nosotros éramos el elemento sorpresa por haci decir. A medida de que las cosas se fueran complicando nosotros iríamos interviniendo en la misión.
-estamos listos- dijimos todos al unísono, estabas dispuestos a dar nuestras vida por preservar La Paz que tanto hemos disfrutado en este vieja Aldea.
-lord hokage nos decea suerte- dijo dando las palabras que el hokage nos dirigía por medio de el. El sabía que por más que quisiera acompañarnos no podía dejar la Aldea bajo la protección de alguien más.
A el le hubiera gustado el poder habernos acompañarnos y ver como nos desarrollabamos en la misión.
El día era nefasto, mientras que nosotros teníamos una misión casi suicida, el cielo nos mostraba la compasión que nos tenia por medio de la cálida y tranquila lluvia que gota a gota empezó a caer.
Luego de un repaso del plan, estuvimos listos para partir. Era difícil creer que existiera la posibilidad de que no volviéramos a ver este lugar al cual llamábamos hogar.
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El bosque en el que nos encontramos era enorme, eso demostraba lo bien oculta que estaba konoha.
A medida que nos hibamos adentrando en la espesura del bosque, la lluvia hiba aumentando su intensidad.
Eso dificultaba el saltar árboles, ya que podía ser más fácil sufrir un accidente por la humedad. Pero no podíamos detenernos.
A medida que hibamos habansando, teníamos que estar alerta ante cualquier cosa que pudiera contra atacarnos en cualquier momento. La cautela y el sigilo eran esenciales, después de todo no podemos esperar nada si es que Orochimaru está involucrado en ello.
Todos estábamos bastante preocupados, se podía notar en nuestros rostros. Era obvio que no sabríamos si la misión tendría éxito o no.
Era la apuesta más peligrosa que habíamos jugado a lo largo de nuestra vida.
Solo podíamos escuchar el ruido de a lluvia y El Fuerte viento que ondeaba en aquel entonces. Ni siquiera nuestros saltos podían ser oídos.
Supongo que lo único bueno de la lluvia, era lo bien que cubría nuestras huellas. Así sería más difícil que alguien nos pudiera rastrear.
