Cap. 24

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El cielo sobre ellos estaba oscuro, cargado de nubes pesadas que prometían una tormenta inminente.

Después de salir de la caverna, el aire fresco de la noche les golpeaba los rostros, pero para Kakashi e Iruka, el aire era un recordatorio de que, al menos por ahora, estaban vivos.

Caminaban en silencio, el sonido de sus pasos sobre la hierba húmeda era lo único que rompía la quietud del lugar.

Las palabras aún flotaban entre ellos, las confesiones hechas en la caverna resonaban en sus mentes. Ninguno sabía qué decir a continuación.

Finalmente, fue Iruka quien rompió el silencio, su voz más suave de lo normal, pero firme.

—Kakashi, sobre lo que dijiste antes… —sus palabras se detuvieron un momento mientras intentaba encontrar la forma correcta de expresar lo que sentía—. Entiendo por qué no quieres que me ponga en peligro, pero quiero que sepas que nunca voy a dejar de luchar a tu lado.

Kakashi se detuvo, mirando hacia el horizonte. El viento jugaba con su cabello plateado mientras él pensaba en cómo responder.

Sabía que Iruka era fuerte, pero el miedo de perder a alguien más lo carcomía por dentro.

—Lo sé, Iruka —dijo finalmente, sin volverse a mirarlo—. No puedo evitar preocuparme por ti. Has llegado a significar más de lo que nunca quise admitir.

Esas palabras, aunque simples, hicieron que el corazón de Iruka latiera con más fuerza.

Sabía que Kakashi no era alguien que hablara fácilmente sobre sus sentimientos, así que escuchar esas confesiones le daba una idea del peso que el otro cargaba consigo.

—No tienes que preocuparte —respondió Iruka con una pequeña sonrisa—. Soy más fuerte de lo que crees.

Kakashi giró la cabeza ligeramente hacia él, y aunque la máscara cubría parte de su rostro, Iruka pudo ver la suavidad en sus ojos.

—Lo sé —dijo Kakashi—. Y eso es lo que más me asusta.

Antes de que Iruka pudiera responder, el sonido de ramas quebrándose los hizo girarse rápidamente.

Ambos se tensaron, listos para defenderse de cualquier amenaza. Sin embargo, lo que apareció ante ellos no fue un enemigo.

Un equipo de ANBU salió de entre los árboles, moviéndose con sigilo, pero con la urgencia visible en sus movimientos. El líder, se acercó rápidamente a Kakashi.

—Hatake —dijo con tono cortante—. El Hokage ha solicitado su presencia inmediata en la aldea. Hay una situación crítica que requiere su intervención.

Kakashi intercambió una mirada rápida con Iruka antes de asentir a los ANBU.

—Entendido —respondió, su tono ahora más formal—. Vamos.

Los ANBU no perdieron tiempo en formar un perímetro alrededor de ellos, listos para escoltarlos de regreso a Konoha.

Mientras caminaban en silencio, Iruka no pudo evitar sentir una punzada de inquietud.

el Tercer Hokage, requería la presencia urgente de Kakashi, la situación debía ser grave.

A medida que avanzaban por el bosque, Kakashi se mantuvo alerta, su mente trabajando a toda velocidad.

Las palabras de los ANBU no daban muchos detalles, pero él tenía una idea de lo que podía estar ocurriendo. ¿Una nueva amenaza? ¿O quizás algo que involucre a Orochimaru?

Iruka, a su lado, caminaba en silencio, aunque su expresión tensa dejaba claro que compartía la misma preocupación.

Sabían que, fuera lo que fuera, debían estar preparados para lo peor.

ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴊᴜɴᴛᴏ ᴀ ᴇʟ (ᴋᴀᴋᴀɪʀᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora