Cap 26

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La tranquilidad que habían encontrado en la colina resultaba reconfortante, pero también efímera. Kakashi e Iruka sabían que, con la reciente amenaza, el tiempo de paz que tenían era limitado.

No obstante, ambos estaban decididos a aprovechar esos momentos que se les concedían.

Al día siguiente, el cielo estaba despejado, pero la atmósfera en Konoha tenía un aire distinto.

La noticia de la amenaza que se cernía sobre la aldea comenzaba a extenderse lentamente, y los preparativos para lo que estaba por venir ya se estaban poniendo en marcha.

Kakashi caminaba hacia la torre del Hokage, mientras Iruka se dirigía a la Academia, donde le esperaba un día lleno de clases. Sin embargo, ambos sabían que sus caminos se encontrarían nuevamente más tarde.

Kakashi llegó a la torre y fue recibido por Shikaku Nara, quien lo saludó con un leve asentimiento.

—El Hokage te espera, Kakashi —dijo con su característico tono calmado.

Kakashi subió las escaleras hasta la oficina del Tercer Hokage, donde Sarutobi estaba revisando varios pergaminos y documentos. La puerta se cerró detrás de él y el ambiente en la habitación se volvió más solemne.

—Kakashi —comenzó Sarutobi sin levantar la vista de los papeles—. Tenemos mucho de qué hablar.

Kakashi se mantuvo en silencio, esperando a que el Hokage continuara.

—Los informes que hemos recibido no son alentadores. La situación con Orochimaru sigue siendo incierta, pero todo indica que sus movimientos serán más agresivos. No podemos permitirnos bajar la guardia.

Kakashi asintió, ya consciente de lo que se avecinaba. Orochimaru siempre había sido una amenaza latente, pero ahora estaba claro que se acercaba algo mucho más grande.

Mientras el Hokage hablaba, Kakashi recordaba los momentos en que había luchado junto a sus compañeros para proteger la aldea.

Sabía que esta vez no sería diferente, pero algo en el ambiente le indicaba que la próxima batalla sería una de las más difíciles.

—¿Alguna instrucción específica? —preguntó Kakashi finalmente.

Sarutobi levantó la mirada, su rostro serio pero cansado.

—Quiero que prepares a tu equipo, Kakashi. Asegúrate de que estén listos para lo que viene. Además, necesito que supervises algunas misiones de reconocimiento.

No podemos permitirnos fallos en este momento.

Kakashi asintió una vez más y, tras una breve despedida, salió de la oficina. Mientras descendía las escaleras, su mente ya estaba en movimiento, planificando los próximos pasos y pensando en su equipo.

Sabía que Naruto, Sasuke y Sakura habían crecido mucho en los últimos meses, pero ahora más que nunca, necesitaban estar listos.

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Mientras tanto, en la Academia, Iruka finalizaba una de sus clases. Los estudiantes salieron del aula con energía, pero Iruka no podía evitar preocuparse por lo que se avecinaba.

El ambiente en la aldea se sentía distinto, y aunque los niños aún no lo notaban, él sabía que pronto lo harían.

Kakashi había prometido encontrarse con él después de su misión en la torre del Hokage.

Iruka miró el reloj en la pared y decidió que era un buen momento para tomar un descanso antes de dirigirse a su próximo compromiso.

Cuando llegó la hora de su encuentro, Iruka fue al mismo lugar donde él y Kakashi solían reunirse cuando querían escapar del bullicio de la aldea: un pequeño claro en las afueras de Konoha, rodeado de árboles altos que creaban un espacio aislado y tranquilo.

Kakashi ya estaba allí cuando Iruka llegó, apoyado contra uno de los árboles, su libro favorito en la mano.

Aunque parecía relajado, había algo en su postura que sugería que su mente estaba ocupada con los recientes acontecimientos.

—¿Cómo fue la reunión con el Hokage? —preguntó Iruka mientras se acercaba.

Kakashi cerró el libro y lo guardó, suspirando antes de responder.

—Como era de esperar. El está preocupado. Orochimaru sigue moviéndose en las sombras, y no tenemos idea de cuál será su próximo paso. Tengo que preparar al equipo para cualquier eventualidad.

Iruka asintió, aunque su expresión reflejaba una preocupación similar. Sabía lo peligroso que podía ser Orochimaru, y lo que eso significaba para la aldea.

Sin embargo, no quería que la conversación se centrara únicamente en lo sombrío.

—Pero eso es lo que siempre hemos hecho, ¿no? —dijo Iruka, intentando aligerar el ambiente—. Nos preparamos, enfrentamos las dificultades y salimos adelante. Eso es lo que significa ser un ninja de Konoha.

Kakashi sonrió ligeramente ante las palabras de Iruka. Sabía que tenía razón.

Siempre habían encontrado una manera de seguir adelante, no importaba cuán oscuras fueran las circunstancias.

—Sí, eso es cierto —admitió Kakashi—. Pero esta vez, siento que hay algo más… algo que está por encima de lo que hemos enfrentado antes.

El viento sopló suavemente a través de los árboles, llenando el silencio entre ellos. Iruka se sentó en la hierba, mirando hacia el cielo mientras hablaba.

—Sea lo que sea, lo enfrentaremos juntos. No estás solo en esto, Kakashi. Ninguno de nosotros lo está.

Kakashi se quedó en silencio por un momento, permitiendo que las palabras de Iruka se asentaran.

Era fácil olvidar, con todo lo que ocurría a su alrededor, que no tenía que cargar con el peso del mundo solo.

A veces, una simple conversación podía recordarle que había personas que se preocupaban por él, que lo apoyaban sin importar qué.

Se sentó junto a Iruka, dejando que el silencio cómodo los envolviera mientras el sol comenzaba a ponerse. En ese momento, no necesitaban palabras; la compañía del otro era suficiente.

El futuro podía ser incierto y peligroso, pero sabían que mientras permanecieran juntos, podrían superar cualquier desafío. Y por ahora, eso era todo lo que importaba.

 Y por ahora, eso era todo lo que importaba

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ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴊᴜɴᴛᴏ ᴀ ᴇʟ (ᴋᴀᴋᴀɪʀᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora