Mirar a las garzas volar en el cielo no era ningún hábito que Arataka se hubiese hecho en el pasado, pero cuando se encontraba tan nervioso caminando hacia su trabajo un sábado en la tarde fue el método más efectivo para mantener la mente ocupada.
Pensó que en un fin de semana normal estaría en el sitio desde las 10 de la mañana, pero con el viaje que su maestro hizo, la cotidianeidad de su fin de semana cambió estrepitosamente.
Recordó la breve conversación que sostuvieron esta mañana.
" –Buenos dias Maestro –saludó alegre y sobreactuado, como un niño pequeño fingiendo sus travesuras frente a sus padres.
–Arataka –saludó el adulto, seco de una forma diferente a lo habitual. El corazón del más joven se aceleró en nerviosismo.
–E-Eh, solo quería saber como van con su viaje, Serizawa no se desmayó en las aguas termales, ¿verdad?
–No.
Otra respuesta breve y seca, Arataka nunca había visto a su maestro enfadado pero no quería averiguarlo y para su mala fortuna, comenzó a conocerlo.
–Yo... este, quería saber también a qué hora debería de ir a trabajar hoy.
El silencio quedó entre ambos un par de segundos que al rubio le parecieron ser horas, aunque Shigeo era una persona calmada de las que se tomaba su tiempo para responder, esta vez su silencio se sintió diferente, amenazante.
–Creo que llegaremos al mediodía a la ciudad, pero debo desempacar mis cosas y estoy algo cansado. Hoy no abriremos.
–¡Maestro! Es necesario que vaya a trabajar hoy, insisto en abrir la oficina, puedo encargarme solo –El nerviosismo era evidente en su voz, la forma rápida en la que habló no era natural. Una forma de eximir su culpa era llegar aunque fuera solo un día y trabajar como un loco hasta terminar agotado.
–¿Estás seguro de eso, Arataka?
–¡Si! Si, definitivamente.
–... ¿Aún conservas tus llaves?"
Arataka miró su reloj, aún faltaban treinta minutos para atender al primer cliente que su maestro le encargó pero quería llegar antes, prepararse adecuadamente.
Su maestro finalmente lo dejó estar solo, iba a estar solo por primera vez. Quizás por esta ocasión en comparación a su último viaje, lo dejó atender el lugar por sí mismo debido a que solo llegarían dos clientes en el día y ambos buscaban un masaje de hombros hacia arriba; algo que Arataka era bueno manejando. También usaría el tiempo libre para organizar el papeleo atrasado; Shigeo era un tanto malo en eso así que Arataka ayudaba cuando podía, por lo que se había acumulado el trabajo de cinco meses.
Entró al edificio y subió rápidamente por las escaleras, abrió con nerviosismo la puerta rogando que su maestro no estuviera adentro esperándolo, Arataka no se sentía listo para una confrontación. Afortunadamente no fue así, por lo que cerró la puerta detrás suyo y colocó el seguro, demasiado temeroso y precavido por alguna razón.
Tomó una escoba muy descuidada y comenzó a barrer, continuó limpiando el escritorio de su maestro y preparó algo de té, en espera del cliente. Miró constantemente la hora, aún faltaban unos minutos antes de que llegará su primer cliente. Preparó en la mesa las sales que vió a su maestro usar, por precaución también acercó la sal purificada. Al poco tiempo el cliente llegó.
A pesar de su evidente apariencia juvenil el cliente no lo cuestionó, por lo que Arataka simplemente le explicó con simpleza el procedimiento de exorcismo y comenzó con el masaje. Para haber dado unos cuantos a su madre y a menos de cinco clientes, parecía que Arataka era verdaderamente talentoso en ello, así que el cliente se fue satisfecho y le dio una generosa propina.
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Seré yo (Mobrei)
FanfictionCuando el mundo cambie y todos también lo hagan Cuando yo cambie y tú también lo hagas No dudes que contigo, siempre seré yo Age swap AU Etiquetas añadidas con el paso de los capítulos