Pablo, el masoquista

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Hola, me llamo Pablo y quiero contar mi historia. A mí me gustaba mucho una morra desde primaria pero nunca tuve el valor de decirle mis sentimientos, un día uno de mis amigos me dijo que ya tenía novia y como yo no quería ser el único sin morra decidí confesarme.

Estaba todo sudado y olía a leche vencida porque no me baño hace 3 meses, me heché un perfume y saqué unas flores de la chacra de mi viejo. Fui a donde la morra, le toqué la puerta de la casa y esperé, me abrió después de un rato. Le dije que me gustaba desde hace tiempo y que si quería ser mi novia pero ella solo se rió en mi cara y me empezó a insultar. Recuerdo como me excité demasiado y empecé a gemir incontrolablemente, tan fuerte que todos los vecinos salieron porque pensaban que estaban matándo un animal. En eso la morra me cierra la puerta en la cara y salgo de mi trance, miro a todas partes y veo que todos los vecinos de la cuadra me estaban mirando.

Me sonrojo fuertemente y me voy a mi casa, me encuentro a mi viejo que está con un palo y me dice que su compa le contó como gemí en la casa de la morra que me gusta y me empezó a golpear con el palo, me empiezo a excitar tanto que lloro, empezé a sangrar internamente porque me golpeaba el estómago y sentí como mis órganos internos empezaban a dañarse, mi viejo se espantó y me vine en su cara.

Ya no sé qué hacer, mi vieja me quiere correr de la casa ayuda porfavor

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