Historias raras que me encuentro por Internet

El hombre super leches

**NOTA DEL RECOPILADOR: historia sacada del post #1,957 de chan.mx y escrita por Supernegro. Estoy pensando en poner las historias de ese chan en otra recopilación, para que esta recopilación sea solamente para historias de otras partes de internet (Reddit, Discord, foros y chanes, etc...).

Super semen
Cuenta la leyen que
En un rincón olvidado del universo, en un planeta distante que apenas conocemos, habitaba un hombre cuyo destino estaba ligado a un poder incontrolable y aterrador: su capacidad para eyacular sin límites. Desde temprana edad, este hombre descubrió que su cuerpo poseía una habilidad única y descomunal: podía eyacular cantidades insondables de semen, más allá de cualquier comprensión humana.

Al principio, esta peculiaridad pasó desapercibida. Sin embargo, a medida que el hombre crecía, su poder se manifestaba de manera cada vez más evidente y destructiva. Sus eyaculaciones eran tan potentes que podían derribar edificios enteros, arrasar ciudades y alterar el curso de los ríos. Pronto, se convirtió en una fuerza de destrucción sin igual, una amenaza para todo lo que conocemos.

Los líderes del mundo se vieron obligados a actuar. Reunieron a los mejores científicos y estrategas para encontrar una solución a este peligroso problema. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano; nada podía contener el torrente interminable de esperma que brotaba del hombre. La humanidad se enfrentaba a una crisis existencial sin precedentes.

Con el tiempo, las consecuencias de las eyaculaciones del hombre se extendieron más allá de los límites de la Tierra. Su semen viajaba a través del espacio, contaminando planetas enteros y dejando a su paso una estela de destrucción. Los habitantes de otros mundos temblaban ante la llegada de esta fuerza imparable, conscientes de que nada podía detenerla.

El hombre, ajeno al caos que había desencadenado, continuaba su vida como si nada ocurriera. Para él, su capacidad era solo una parte más de su existencia, una carga que llevaba con resignación. Sin embargo, para el resto del universo, era una amenaza que debía ser neutralizada a cualquier costo.

Y así, mientras el hombre seguía eyaculando sin cesar, el sistema solar entero temblaba ante su poder. Las naciones del cosmos se unieron en un último esfuerzo desesperado por detenerlo, conscientes de que si no actuaban pronto, toda forma de vida conocida estaría condenada a la extinción. La batalla por el destino del universo había comenzado, y solo el tiempo diría quién prevalecería en esta lucha épica entre el hombre y su poder sin igual.