Tuyo 3 (Volkacio) FINALIZADA

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Reencuentro

Después de aquella vez en el hospital, no había vuelto a cruzarse con Volkov o quizá si, pero muy pocas ocasiones, ambos vivían en el mismo edificio, pero tenían sus ocupaciones, Horacio estaba concentrado en sanar todo rastro de herida, se sentía mejor con el mismo y agradecía a Volkov de que respetará su espacio, Volkov vigilaba a Horacio y le cuidaba desde lejos, era su alfa aunque no estuvieran juntos y su naturaleza era así, necesitaba saber todo el tiempo de él y de vez en cuando mirarle disimuladamente de lejos. El tiempo para ambos había dado frutos, desde éxitos, hasta nuevos proyectos de vida, Volkov renuncio a su vida como mafioso, no podría borrar por completo lo que había comenzado, pero si remediarlo y Horacio, el simplemente crecía en su trabajo.

Los meses se habían ido tan rápido, pasando un año desde su último encuentro, ambos pesaban el uno del otro y nuevamente tenían que verse las caras, pero está vez, como si fueran nuevas personas.

Era el cumpleaños primero de Jacky, la pareja esperaba por los pocos invitados que podían estar presentes en la pequeña reunión, cercanos y amigos que realmente eran contados. Gustabo se preparó para recibir a su hermano, quién estaba por llegar y no dudo en ir a por el hasta la puerta. Horacio por su parte, estaba nervioso, sabía que podía encontrarse con dicha persona, pero intento tomarlo todo con calma.

—¡Gustabo!

—Horacio, ¿Por qué has venido con el uniforme? Que es una fiesta infantil no una fiesta de disfraces.

—Lo siento, pero no me dió tiempo de ir a cambiarme, ¿En dónde está Jacky? Le tengo un regalo de su tío favorito.

—Esta dentro con el viejo, por cierto, creo que invito al niño asustado, ¿Estás bien con eso? Le puedo decir que lo mandé a tomar por culo o yo mismo se lo digo.

—No, no Gustabo está bien, además el y yo no hemos hablado desde aquella vez, creo que estoy bien con eso.

—Esta bien, pasa, pasa que no veas como me duele la cadera.

Ambos rieron y entraron a la enorme casa, Horacio saludo como de costumbre a su nuevo cuñado y antes de ir a saludar a la menor, Gustabo le indico que necesitaba hablar con el a solas. Se retiraron a una sala en dónde el rubio le indico que tomara asiento.

—¿Qué pasa, Gustabo?

—Necesito confirmar algo; ¿Te gusta el cabeza hormiga?

La pregunta le tomo por sopresa, por lo que desvió la mirada, encogiéndose de hombros. —¿Para que quieres saber eso?

—Escucha Horacio, en estos meses Volkov a venido a llorar con Conway, que si Horacio esto, que si bla bla a-ah bla. Y estoy hasta los cojones de él, la última vez le grite en su puta cara que no quería verlo, ¿Sabes por qué? Porque el muy hijo puta quiere mi perdón, ¡Vino a pedir disculpas! Y yo creo, que hay que explicárselo.

—Pero, no entiendo, ¿Por qué vendría a pedirte disculpas?

—¡Pues que porque está enamorado de ti, cabeza nabo! Al menos, es lo que el dice y mira, se que no hemos hablado tanto de ese tema, pero me gustaría escucharte a ti. Exprésate anda.

Horacio se sintió algo inquieto, soltando un suspiro, no se había planteado todo aquello hasta ahora.

—Yo, creo que sí siento algo por Volkov, es decir, pase mucha mierda a su lado cuando estábamos en su casa, pero me demostró que es un hombre de palabra, me pagó, me dió un departamento y renunció a su vida en Rusia por quedarse para que yo no la pasase mal con el tema de la marca, que a veces siento que no está conmigo, porque Volkov no me quiere o simplemente se desvanece ante la ausencia de él.