Orgullo y Prejuicio. Dos Años Después

Fachada

Ya era tiempo de la temporada social, Elizabeth y Darcy habían empezado a maquinar un plan que incluía a actuar distantes en público. Dejarse ver discutiendo en privado y evitar mostrarse afecto en eventos sociales. Para que se propaguen rumores sobre tensiones en su matrimonio.

En la sociedad de la que eran parte, cualquier indicio de tensión en un matrimonio era motivo de especulación y chismes. Darcy y Elizabeth decidieron utilizar esta percepción social a su favor.

Durante una velada en la mansión de los Bingley, donde Darcy y Elizabeth mantenían su actuación de matrimonio en crisis, los asistentes no pudieron evitar notar la tensión palpable entre la pareja.

-Amada mía, creo que es hora de poner en marcha nuestro plan. La fachada de discordia.

-Sí. Es crucial que parezca real. La gente debe creer que realmente hay problemas entre nosotros.

Darcy y Elizabeth comienzan a actuar de manera distante. Evitan mirarse con ternura y, en su lugar, intercambian miradas frías.

-¿Algo anda mal entre ustedes, señor y señora Darcy? No pude evitar notar que no han intercambiado ni una palabra amable. -Pregunta Caroline Bingley con genuina preocupación-

-Como cualquier matrimonio, Caroline, tenemos nuestras diferencias.-contesta Darcy friamente-

-Las diferencias son inevitables, ¿no es así? -Responde Elizabeth con un suspiro fingido- 

Los sirvientes y conocidos empiezan a notar la tensión, y pronto, los rumores se esparcen como fuego:

Incluso las criadas susurrban que el señor y la señora Darcy apenas se hablan. ¿Habrá problemas en el paraíso? Se preguntaban no tan discretamente.

Por otra parte, en un alejado rincón, varios invitados hablaban sobre la situación del matrimonio de los Darcy:

-¿Has oído lo que está pasando con los Darcy? Parece que están al borde del divorcio.

- ¿En serio? Pensé que eran la pareja perfecta. ¿Qué ha pasado?

-Dicen que Darcy y Elizabeth se pelean todo el tiempo. No puedo creerlo. ¿No juraron amor eterno?

-Las apariencias engañan, ¿verdad? Nunca sabes qué pasa detrás de las puertas cerradas.

-Siempre he pensado que Darcy era demasiado serio. Tal vez esto era de esperarse.

-¿Cómo afectará esto a su posición social? Imagina la vergüenza para la familia.

-Deberíamos invitarlos a cenar y ver si podemos ayudar de alguna manera. Es triste ver un matrimonio desmoronándose.

Estos comentarios entre los asistentes extras añadían más leña al fuego de los rumores, contribuyendo al caos que Darcy y Elizabeth estaban orquestando como parte de su plan para desenmascarar a Henry Green.

Sin embargo, había alguien que los observaba todo el tiempo con escepticismo. Era el señor Bennet que decide llevarlos a un salón aparte para hablar con ellos. 

-Mi estimado Darcy, Elizabeth, ¿qué entretenida comedia están representando? He oído rumores sobre sus desavenencias maritales, pero yo siempre he sido escéptico cuando se trata de chismes.

-Señor Bennet, lamento que se haya enterado de esto. Pero Elizabeth y yo estamos atravesando un momento difícil.

-Sí, papá. Parece que las diferencias entre nosotros son insuperables.

-¿Diferencias insuperables? ¿Desde cuándo ustedes dos han sido tan dramáticos? Estoy seguro de que esto es solo una artimaña.

-No, señor Bennet, es real. Estamos tratando de lidiar con nuestros problemas.

-Muy bien, si eso es lo que quieren que crea. Pero recuerden, he vivido lo suficiente como para reconocer un buen drama cuando lo veo. Y también sé que hay secretos que ustedes no me están contando.

-Padre, te aseguro que...

-(Interrumpiéndola) No necesitan explicarme nada. Pero si esto es una actuación, espero que tengan un buen motivo para ello.

Repentinamente y con sus habituales aspavientos entra la señora Bennet al salón donde se encuentran su esposo, hija y yerno:

- ¡Oh, por Dios! ¿Han oído lo que están diciendo por ahí sobre ustedes dos? ¡Es vergonzoso! -Increpa la señora Bennet sentándose dramáticamente-

-Sí, parece que nuestros queridos hijos están pasando por un momento difícil.

-¡Momento difícil dices! ¡Esto es un desastre! ¿Cómo voy a enfrentar a Lady Lucas y a las demás damas de Meryton con estos escándalos?

-Mamá, te aseguro que estamos tratando de resolver nuestros problemas. No queremos causar ningún escándalo.

- ¡Problemas, dices! ¿Y qué clase de problemas son estos que tienes, Elizabeth? ¡Y tú, Darcy, deberías tratar mejor a mi hija!

-Señora Bennet, le aseguro que estoy haciendo todo lo posible para mejorar las cosas. -Darcy tratando de mantener la calma-

- ¡Espero que sí! ¡No puedo soportar la idea de que mi hija esté en medio de un matrimonio infeliz!

-Ni yo tampoco.-Murmura, el señor Bennet-

-¡Y tú, señor Bennet, deberías tomar cartas en el asunto y arreglar esta situación!

-Querida, a veces es mejor dejar que las cosas se resuelvan por sí mismas. No siempre podemos controlarlo todo.

- ¡Oh, como si eso fuera una excusa! ¡Necesitamos una solución inmediata! Y si no puedes hacerlo, yo lo haré por ustedes.

Con estas palabras, la señora Bennet sale del salón, dejando a Darcy, Elizabeth y al señor Bennet en medio del salón.

Henry Green, al enterarse de los rumores sobre los problemas entre los Darcy, observa con satisfacción cómo su plan parece dar sus frutos. Su rostro muestra una mezcla de malicia y triunfo, y decide aprovechar la situación para intensificar sus maquinaciones. Aprovecha la oportunidad para sembrar más discordia, asegurándose de que los rumores lleguen a oídos de personas clave en la alta sociedad.

Henry Green: (sonríe sutilmente) Parece que mis pequeños esfuerzos están dando resultado. La semilla de la discordia ha sido plantada, y ahora solo necesito regarla un poco más. (se frota las manos)

Green se sumerge aún más en la trama, utilizando sus conexiones para difundir información adicional que pueda empeorar la situación entre Darcy y Elizabeth. Su objetivo es crear una brecha irreparable, no solo en su relación, sino también en su posición social y financiera. La venganza y la codicia impulsan cada uno de sus movimientos mientras disfruta del caos que ha desatado en la vida de los Darcy.