Orgullo y Prejuicio. Dos Años Después

Decisiones

- Caballeros, saben tan bien como yo que Elizabeth es una mujer fuerte, pero aunque ella lo niegue esta situación la está afectando. Que se encuentre en este estado justo ahora, después de haber estado bien durante la primera parte de su embarazo es una clara muestra de ello. Creo que como su esposo lo más sabio que puedo hacer es empezar a tomar decisiones para darle solución a todo lo que está sucediendo a la mayor brevedad posible.

- ¿Qué propone señor Darcy? –Preguntó el señor Bennet-

- Hacer caso a su sugerencia señor Bennet, el señor Gardiner debe llegar pasado mañana, por lo cual espero que aún no haya salido de Londres, le enviaremos de inmediato una carta explicando lo que está sucediendo para que antes de partir pueda hacer indagaciones y dejar a alguien de absoluta confianza a cargo de las mismas.

- He estado reflexionando mucho sobre este asunto y recordé que mi padre tenía tratos con un caballero que llevaba a cabo todo tipo de investigaciones, antes de que el difunto señor Bingley cerrara cualquier trato comercial. Este hombre era capaz de encontrar cualquier cosa referente a personas y negocios, mi padre lo tenía en alta estima y decía que era uno de los individuos más discretos y confiables que conoció. Pienso que sería una buena idea contratar sus servicios.

- Perfecto Charles, te pido que le escribas y trates de ponerte en contacto con él lo más pronto posible.

- Estoy pensando que puedo ir a Kent y sí evito encontrarme con alguno de los Collins, puedo pasar inadvertido y tratar de averiguar algo. –Dijo el señor Bennet-

- Querido suegro, ir a Kent me parece una gran idea, pero no creo que deba ser usted quien vaya, según tengo entendido no hay nada de lo que suceda allí que no sepa el párroco y puede ser usted descubierto, además con la inminente visita de Lady Catherine creo que es mejor que se quede aquí dándole apoyo moral a Elizabeth y por qué no ayudando a evitar la eventual grosería de mi tía.

- Cómo usted diga señor Darcy.

- Lo otro que hay que hacer es indagar quién es realmente la señorita Arianne Woods y si tiene que ver con todo este problema, creo que tu primo el coronel Fitzwilliam nos puede ayudar ya que cuenta con los contactos suficientes. –Acotó Bingley-

- Perfecto caballeros, ya hemos tomado las decisiones y acciones correspondientes para tratar concluir todo este asunto, por lo pronto es mejor ir a cambiarnos para esperar a las damas y reunirnos a cenar.

Darcy entró en su habitación, allí encontró a su esposa y cuñada jugando con la pequeña Emily. Él no pudo impedir que lo invadiera una gran ternura al ver a su Lizzy actuando tan cariñosa y tranquilamente con su sobrina, pensó que sería una gran madre.

La niña inmediatamente vio a su tío le estiró los brazos para que la cargara, él sin pensarlo la tomó en sus brazos y se sintió embargado de una profunda alegría.

- Señor Darcy, debo decirle que se ve muy bien con ella entre sus brazos –le dijo Jane con una sonrisa sincera-

- ¡Oh! Cariño, serás un padre amoroso y maravilloso –aseguro Elizabeth con lágrimas de felicidad en sus ojos-

- Señoras creo que me dan demasiado crédito, la verdad es que Emily es adorable y creo que tenerla aquí será maravilloso, debo pasar más tiempo con ella, hay que acostumbrarse a tener niños en la casa.

Querida ¿te parece si pido que te suban la cena? Te recuerdo que debes descansar y   creo       que ir al comedor a cenar con todos puede ser un poco abrumador.

- Sí, opino que es lo mejor, justo estaba hablando con Jane de eso y ambas pensamos cenar aquí, ya íbamos a llamar a la niñera para que se lleve a Emily a comer y luego a dormir.

- Muy bien, se hará como tú digas mi amada señora, de momento iré a cambiarme, aunque he de admitir que nada me gustaría más que quedarme aquí con ustedes, pero es mi obligación como anfitrión acompañar a nuestros huéspedes en la mesa.

La conversación en la mesa estuvo bastante animada, sobre todo por parte de la señora Bennet y Kitty que hablaban sin parar de las hermosas cosas que habían comprado por sugerencia de Georgiana.

- Señor Darcy, muchas gracias por la invitación a Pemberley, es una gran satisfacción tener a casi toda la familia reunida, pero debo admitir que no entiendo por qué mi querida Lydia no fue invitada con su esposo. Ella me lo hizo saber cuándo respondió la carta que le envié informándole que todos pasaríamos un temporada aquí. Pienso que nos harán falta, especialmente porque ella es muy alegre y el señor Wickham es un extraordinario conversador y bailarín.

- Señora Bennet, lamento que este decepcionada de no poder encontrarse con los señores Wickham aquí, pero debo decirle que la relación entre el esposo de su hija Lydia y yo no se encuentra en los mejores términos.

- Supongo que no habrá querido invitarlos porque los considera de una clase inferior señor Darcy. -Dijo ella molesta-

- Nada más alejado de la realidad señora y creo que se equivoca usted bastante al juzgarme tan duro.

- Señora Bennet, la razón por la que George Wickham no tiene permitido entrar a esta casa, tiene más que ver conmigo que con mi hermano. Para su información el que ahora es su yerno quiso enamorarme para que luego me fugara con él, porque quería mi herencia. De no ser porque Darcy se enteró no sabría qué sería de mí en estos momentos. –dijo Georgiana causando sorpresa general-