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— ¿Estarás ocupado para mañana, guapo?

Si linda, creo que si, tengo que trabajar doble turno y luego ir al gimnasio, tengo que mantener el cuerpo que tengo— dijo con una voz cansada el azabache, al otro lado de la línea.

— Empiezo a odiar el trabajo excesivo que tienes, ya casi no pasas tiempo conmigo, te necesito, demasiado— la chica recalcó la última palabra.

Nena, lo sé, yo igual te necesito, y también demasiado, créeme que me doy prisa lo suficiente para ir a verte, pero a veces no me da tiempo.

Entiendo amor, solo ven cuando puedas— le sugirió con una voz desanimada.

Claro nena, ahora te tengo que dejar, cuídate, te amo.

Y colgó.

Llevaban tiempo de que no se veían, el con un trabajo que le consumía el mayor tiempo de su vida, y ella suplicante que fuera a verla.

Daría cualquier cosa por tenerlo en este instante con ella.

Tenía que ser paciente, pero había sido tanto que ya empezaba a desesperar.

Quería besarlo.

Quería llevarse lo a la cama.

Quería amanecer con el.

Pero el no podía.

¿Qué tal si ella ido a dónde el?

Tal vez así podría verlo, sorprenderlo con su presencia.

¿Qué tal si no podría atenderla?

¡Tonterías!

Era su novia, tendría que atenderla, o si no se las averiguaría para que la atendiera.

[]

Eran 7 con 30 de la tarde, eso significaba que Jeon entraba justamente en este momento al gimnasio, estaría entrenando.

Se preparó, quería dejar una buena impresión, vestido ajustado y escotada, tajones bastante desapercibidos, maquillaje natural. Viéndose en el espejo, se tiró cumpliendos, consideraba que se veía demasiado bien

Hoy iba a verlo.

Llamanla desesperada pero de verdad lo estaba.

Estaba por él.

Subió a su condujo hasta ese dichoso gimnasio, donde se encontraba su novio ejercitándose.

Llegó y acaparó miradas, ya sabía que se veía bien, pero no creía que para eso.

O  no era un lugar para un atuendo así.

Entro y lo vio, agachado con mancuerna,  haciendo brazo, sudoroso, y los audífonos puestos, se veía tan caliente que se quedó prepleja. Decidió ir hasta el, todavía no la tomaba en cuenta, aunque los demás ya lo hacían

Le tocó el hombro, este al instante voltio para ver quién lo llamaba

— Hola amor — saludo, agitando su mano.

— ¿Linda, que haces aquí?

— Quería verte, y como sabía que te encontrabas aquí, quise venir ¿Te molesta?

— Claro que no, preciosa, solo tuviste que haberme avisar, para poder salir algun lado

— No te preocupes por eso, solo quería verte.

JungKook se percató, que miraban a su novia, absolutamente todos.

¿Y por qué no la mirarían si se ve preciosa?

Pensó este.

— Nena, ¿Te parece si vamos a mi coche?

Ella solo asistió con la cabeza, la tomo de la espalda, encaminandola hasta la salida y enseguida a su carro.

Subieron y solo se miraron.

— Voy a besarte preciosa.

Y lo hizo, lo acorraló contra el asiento, casi aplastando su cuerpo, sus bocas, estaban sincronizadas, JungKook era demandante, el era el que dirigía el candente beso. Metió su lengua jugando con la de ella, mientras toqueteaba todo su cuerpo, delineando cada parte de ella, y mordió su labio, tan fuerte que casi sangraba

— Preciosa, ve al asiento de atrás, rápido

No tuvo que decir más, ella ya estaba en el asiento de atrás, esperando por el.

Enseguida se subió, entrando por la puerta, lo tomo del cuello, recostandola abajo de el, beso, tras beso, mientras se desvestian.

Cuando quedaron completamente desnudos, JungKook jugueteo con su lengua, por todo el cuerpo de la femenina, dejando un camino de saliva desde el cuello hasta su feminidad, ahí se detuvo, formando círculos en el clítoris, haciendo sufrir a la chica, quién gemía demasiado, de un tirón Jeon, llevo su boca más abajo, quién sacaba y metía, ella gritaba de satisfacción, y le toma del pelo para hudir más la boca de este justo ahí.

Gemía y gemía más fuerte, cada vez más cerca el orgasmo, con espasmos, advirtiendo.

Jeon la dejo, cuando la chica se corrió en el, lamiendo sus labios en respuesta

El se tocaba mientras lo hacía, al punto de ya no poder aguantar y hundirse en ella, lo más fuerte que pudo, sacandole un fuerte grito a su novia.

Embestia con una fuerza vibrante.

Seguía sin siquiera querer parar, el sacaba gemidos bruscos de su boca.

— Carajo, ¿Sabes lo apretada que estás?

Gemío.

Jeon con su fuerza, cambio de posición, dejándola arriba, pidiendo que saltara, y así lo hizo.

Saltaba, dejando un chasquido entre sus cuerpos al tocarse.

Los dos se retorcían del placer que se estaban brindando, al parecer lo estaban disfrutando.

Cada embestida contaba, JungKook echaba la cabeza hacia atrás, con gemidos en su boca.

— Sigue, sigue — suplico para que brincara aún mas.

— Jeon.

Y ella habia llegado a su punto, soltó líquido, siguiéndola JungKook, quién no pudo evitar soltar maldiciones al llevar.

— Mierda, linda gracias por venir.

— Ya me hacías falta Kook.

Pedido

hola, regresé, en mi perfil pueden ver la playlist que siempre escucho al escribir, y si quieren escucharla






Poesia Erotica con Jeon Jungkook||+¹8©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora