En el vasto telar del tiempo, donde nuestras vidas se entrelazan como hilos de destino, el dolor se convierte en una sinfonía melancólica que resuena en los rincones más profundos del alma. La herida que deja el daño, la traición, se convierte en una cicatriz que perdura, una marca imborrable en el lienzo de la existencia.En este universo de contradicciones, donde la hipocresía ostenta su corona, encontrar consuelo se convierte en una búsqueda constante. El peso de vivir en un mundo donde la verdad es eclipsada por sombras de falsedad puede resultar abrumador. Sin embargo, en medio de esa oscuridad, a menudo descubrimos la luz en los vínculos que creamos.
El dolor alcanza su apogeo cuando perdemos a aquel que era nuestro refugio, cuando el mundo que construimos juntos se desvanece en el éter del tiempo. En ese instante, el corazón se sumerge en una melancolía profunda, y la realidad se desdibuja, dejando solo el eco de los recuerdos compartidos.
Fuimos concebidos para amar, para encontrar en el otro un pedazo de cielo en este vasto universo. La pertenencia que experimentamos al estar juntos reescribe las estrellas en el cielo de nuestras vidas, trazando constelaciones de momentos compartidos. Pero cuando ese lazo se quiebra, la trama misma de nuestra narrativa se deshace, dejando solo fragmentos dispersos de lo que una vez fue un cuento de amor.
En la búsqueda de respuestas, reescribimos la verdad, desentrañando las capas de ilusiones que nos vendaban los ojos. Despertamos de ese sueño eterno, donde las promesas parecían indestructibles, solo para encontrarnos cara a cara con la cruda realidad. En cada palabra no dicha y en cada gesto perdido, descubrimos la fragilidad de nuestras ilusiones, pero también la fuerza que reside en la capacidad de sanar y seguir adelante.
En el intrincado laberinto de la existencia, la aparente simplicidad inicial se asemeja a contemplar una piedra frente a ti. Puede ser esquivada con destreza o superada con gracia, pero en ocasiones, la piedra se oculta a la vista y terminas tropezando con ella antes de siquiera notar su presencia; cuando finalmente la reconoces, suele ser demasiado tarde.
La analogía resuena con la complejidad de la vida, donde las decisiones aparentemente sencillas se entrelazan con consecuencias imprevistas. Navegamos por caminos desconocidos, a veces convencidos de que estamos persiguiendo lo que verdaderamente necesitamos, solo para descubrir que estamos inmersos en lo que deseamos en lugar de lo que realmente necesitamos.
Es como un juego de luces y sombras, donde nuestras elecciones, guiadas por anhelos momentáneos, nos conducen por senderos inciertos. En la encrucijada entre lo que creemos necesitar y lo que ansiamos, a menudo nos enfrentamos a una disonancia entre la realidad y la ilusión, entre la satisfacción temporal y la verdadera plenitud.
Así, la piedra en nuestro camino se convierte en un recordatorio tangible de que, en la trama compleja de la vida, la claridad y la sabiduría a menudo se ganan a través de la experiencia. Tropezar y levantarse, descubrir nuestras propias piedras ocultas, es parte esencial del viaje. Y en este proceso de aprender a distinguir entre lo que deseamos y lo que realmente necesitamos, encontramos la oportunidad de forjar un camino más auténtico y significativo.
En el vasto océano de posibilidades, a veces el universo conspira en un enigma confuso que nos lleva a un solo mar, tal vez el mismo en el que creemos que nuestro corazón encuentra su anclaje. En este vasto lienzo del destino, la idea de coincidir con un mismo marinero, aquel por el cual late nuestro corazón, parece casi utópica, dado el inmenso número de almas que pueblan este mundo.
La creencia en la formación activa de nuestro destino durante el viaje de nuestras vidas es una perspectiva común. Sin embargo, surge la intrigante pregunta: ¿y si existiera un diario cósmico en el que nuestro destino ya estuviera meticulosamente escrito? ¿Y si nuestras interacciones, encuentros y amores fueran parte de un guion preestablecido? El hilo rojo del destino, un concepto que supuestamente nos guía hacia nuestra alma gemela, nos sumerge en la contemplación de la posibilidad de que ciertos vínculos trasciendan más allá de esta vida.
Explorar la idea de un destino preconcebido nos lleva por caminos filosóficos donde el tiempo es menos lineal y más entrelazado, como un tapiz cósmico en constante desarrollo. ¿Es posible que ya hayamos experimentado encuentros significativos en vidas pasadas, reencarnaciones que nos conectan de nuevo con aquellos a quienes amamos eternamente?
En este juego de reflexiones, se dibuja la dualidad entre el libre albedrío y la predeterminación, entre forjar nuestro propio camino y dejarnos llevar por hilos invisibles del destino. La incertidumbre de si nuestras elecciones moldean nuestro futuro o si ya está inscrito en las estrellas añade un matiz intrigante a la travesía de la vida, sugiriendo que, en última instancia, la búsqueda del amor y la conexión puede extenderse más allá de los límites del tiempo y espacio tal como lo conocemos.
¿Cuál es mi propósito al decir todo esto? Que en la vida, rara vez poseemos certezas; las situaciones simplemente se despliegan sin previo aviso.
El amor, como el brote de emociones, se enraíza en el jardín de la vida, añadiendo capas a tu existencia, a veces más de lo que sustrae. Sin embargo, llega un momento en que ese mismo amor, que inicialmente florecía, comienza a doler como si tu alma se desgarrara, alterando tu percepción.
En ocasiones, es imperativo apartar las voces externas y sintonizar con nuestro propio corazón para elegir un sendero que verdaderamente nos colme, empezando por la elección de a quién se supone que debemos amar. Quizás debería haber seguido ese consejo desde el principio, debería haber contemplado esa perspectiva en aquel entonces, debería haber trazado un camino diferente que, quizás, habría podido ser tu salvación.
«Tu puedes ser lo que yo no pude ser»
Dijiste, y nunca más regresaste.📚
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Esté es el inicio de un libro que me he dignado a escribir con toda mi alma, y seguirá costando escribirla, pero me esforzaré por darles los mejores capitulos y tengan está historia completa❤️🩹
¿Preparadxs para reír, festejar y llorar conmigo?
No me hago cargo de su estabilidad emocional.Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia con bastante intriga, ya tienes un lugar en mi corazón❤️🩹
Para leer está historia simplemente debes saber tres cosas:
Café, música y libros.
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Until The Last Breath ©
Teen Fiction[COMPLETADA] Ella desconoce el significado del amor, mientras que él busca comprender la verdadera esencia de la felicidad. Anhelando la capacidad de amar, ella se cruza con él, anhelante de ser amado. Aunque como el agua y el aceite, sus diferencia...