IX

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AMOR SINCERO

La tensión se intensificaba y no sabía que responder a esa pregunta, porque ni siquiera yo sabía qué estaba sintiendo por él.

-Con todos los hombres que existen en el mundo, ¿Por qué con él? -se pasó una mano por el pelo soltando un suspiro pesado.

-Yo...

-Él es mi mejor amigo, pero créeme cuando te digo que no te conviene -cuando frena en un semáforo en rojo me mira, parece como si me tuviera lástima o pena, no lo sé, bajé la mirada y no le dije nada.

Algo dentro de mí me decía que lo escuchará, pero otra parte de mí me decía que simplemente escuchará a mi corazón.

-La forma en que te mira... la forma en que lo miras, la forma en que ambos se miran... es como si un volcán estuviera a punto de dar erupción, y eso no me gusta, ni para ti, ni para él.

-¿Cuál es su verdadero nombre? -pregunté de la nada.

-¿Qué? ¿Para qué quieres saberlo?

-Estoy segura de que no me lo dirá, pero tú si sabes su nombre, dímelo -parecía bastante tenso, lo podía ver en sus hombros y en sus manos al volante.

-Su nombre es Aksel -me confesó.

-Aksel... -murmure en voz baja-, ¿sabes algo de él?

-No, así como te fuiste vos ese día, él se fue deprisa un rato después, dejando abandonada a su novia, quién parecía muy molesta por cierto.

-Es una zorra -solté de mala gana.

-¿Por qué realmente lo es o por qué es su novia?

-¡Porque lo es! Se burló de mí, me trató mal y vos no dijiste nada, ¡Si no fuera por Aksel...!

-Está bien, lo siento -parecía realmente arrepentido.

-Hablé con tu mamá -cuando dijo eso me quedé helada.

-Hicimos las pases, para que confiara en mí y lo logré.

-Pues te felicito, eso era lo queriam...

-Pero -me interrumpió-, le conté lo sucedido con Aksel.

-¿¡Qué!? ¿¡Por qué hiciste eso!?

-¡Porque estaba preocupada por ti! No podía negarme con tu mamá, y menos ahora que me gané su confianza.

-¿Eso es lo único que te importa? -lo miré directamente.

-Me importas tú. Siempre se ha tratado de ti, para proteger tu sonrisa es la razón por la que estoy aquí.

-Para el carro.

-¿Qué?

-¡Que pares el carro! -frenó de golpe, cerré los ojos con fuerza, por más que yo le importe se está metiendo en mi vida más de lo que yo le aceptaría a alguien.

Abrí la puerta tomando el paraguas y mi bolso, está no se la perdono, menos si se trata de mi mamá, siendo que mi familia ya controla demasiado mi vida, estoy harta de que la gente externa quiera tomar decisiones que me corresponden a mí, es mi vida. Ahora estaba empapada y desprotegida, ni siquiera quise abrir el paraguas, me sentía asfixiada, todo a mi alrededor se sentía vacío, podía escucharlo gritar mi nombre, pero no me atreví a darle cara, nunca pensé que al único que en este momento me gustaría ver sea ese imbécil.

Corrí hacia la parada, con la esperanza de alcanzar el autobús. Decidí no volver con Dan, quien se fue al darse cuenta de que no le estaba prestando atención. Es tan fácil para él olvidarse de mí y tomar otro camino. Aunque tengo la sensación de que estoy actuando de manera infantil, en este momento, no me importa. Vuelvo a sentir la soledad que experimentaba antes de conocerlos, me ahogo en mis propias mentiras. Fue entonces cuando recordé lo que era ser yo.

Until The Last Breath ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora