❦ Giros inesperados

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POV MOONBIN

Esa mañana salí más temprano de lo normal, como cada día, Sanha estaba ignorándome ¿Acaso hice algo malo? Simplemente dejé las cosas claras, quizá es demasiado sensible y lo herí sin querer...

En fin, no me iba a mortificar por eso, cuando él quisiera empezar a convivir conmigo como había dicho al principio, yo lo aceptaría.

Las clases estuvieron demasiado aburridas, necesitaba salir y así lo hice, me escapé de la última clase faltando unos 15 minutos, después de ahí me iría al club de música.

- ¡Moonbin ~! - me llamó Lisa, mi novia. Caminé y llegué con ella.

- ¡Lalice! - la abracé ligeramente y me separé.

- ¿Irás a la fiesta de Jennie conmigo este fin de semana? - hizo su habitual puchero, siempre hacía eso cuando sabía que la iba a rechazar.

- No lo sé, tendremos juego de béisbol el domingo y necesito estar descansado.

Ese era el pretexto más absurdo que podía inventar, pero las fiestas de Jennie siempre se salían de control y sinceramente, soy más del tipo que prefiere hacer cosas tranquilas, no digo que no beba y no me aloque de repente, pero, me gusta más algo ligero.

Lisa y yo tenemos un año de relación, nos conocimos en nuestro segundo semestre de la universidad, ella estaba en el dormitorio de enseguida, precisamente con Jennie, nos empezamos a ver muy seguido y siendo sincero, es demasiado bonita, así que un día la invité a salir y descubrí que además de bonita físicamente también lo es en forma de ser.

- ¡Siempre pones pretextos, nunca quieres oppa! - ahí estaba su ceño fruncido de nuevo, era un poco desesperante cuando se ponía así.

- Lisa, sabes bien que no me agradan demasiado las fiestas de Jennie, ni siquiera me gusta que tú vayas sola, pero no puedo ir.

-  Bueno... Aceptaré que no vayas, solamente si me das un beso.

Ustedes van a pensar ¿Por qué le pasaría el rechazo por un beso? Bueno, la cosa es que ella y yo no solemos besarnos, me resulta extraño hacerlo, no es que no la quiera, la quiero y mucho, pero... Crecí siendo de esta manera, en casa jamás hubo ese tipo de muestras de afecto entre mi mamá y mi papá, cuando salíamos y llegábamos a ver alguna pareja besándose o cosas por el estilo, mis padres siempre decían que eran unos completos descarados y ese tipo de cosas, yo no quiero que las personas piensen eso de mi novia.

- ¿Un beso? ¿Sólo eso? - bromeé con ella y la hice sonreír, también tiene muy bonita sonrisa.

- Sí, un beso nada más.

Me acerqué poco a poco, me gustaba jugar con la paciencia de Lisa y justo como imaginé me atrajo hacia su cuerpo, rozamos nuestros labios ligeramente y ella presionó un poco más, se aferró a mi cuello y entreabrió sus labios para permitirme intensificar el beso. Fue un beso corto, pero algo profundo.

Cuando nos separamos vi salir a Sanha del club de danza, tenía días que no lo veía, pero... No me agradó el semblante que traía en esos momentos, lo vi caminar cerca de Lisa y de mí, fue ahí en donde me percaté por completo que no estaba bien, sus ojos estaban muy abiertos, apretaba el pecho con su mano y se movía con demasiado esfuerzo.

Algo se removió en mi estómago al verlo así, intenté llamarle, pero no me hizo caso, creo que ni siquiera me escuchó.

- ¿Quién es él? - preguntó Lisa con fastidio.

- Mi roomie - contesté seco, viendo cómo se alejaba de nosotros - Necesito hablar con él, nos vemos ahorita ¿sí?

Dejé con la palabra en la boca a Lisa y me apresuré para alcanzar a Sanha, no sé por qué, pero empecé a sentirme bastante desesperado, él no se veía bien, necesitaba ir a un hospital posiblemente.

Tu me enseñaste ᴮⁱⁿˢᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora