Tu me enseñaste ᴮⁱⁿˢᵃⁿ

❦ Mi compañero de dormitorio

POV SANHA

Las cosas eran muy extrañas, ¿Por qué tenía que tocarme compartir dormitorio con él? No me agradó en nuestro primer encuentro, y ahora nos vemos envueltos en una situación incómoda tras verlo semi desnudo... aaa~ está bien, respira Sanha, respira.

Entré al dormitorio, era bastante amplio, había una pequeña cocina y una mini sala de estar, conforme avanzamos Moonbin me mostró mi habitación, quedaba justo en frente de la suya y eso estaba bien, por lo menos no compartiríamos habitación... Pero como si el destino se empeñara en hacerme sufrir, sí, tendría que compartir el baño, porque solamente había uno, maravilloso... Léase mi sarcasmo.

Dejé las cosas en mi habitación y empecé a organizarme, también necesitaba aclarar dudas con el platinado, debíamos tener una organización.

- Moonbin sunbaenim - carraspee al tocar detrás de su puerta.

- Pasa - maldita forma arrogante de
contestar.

- Disculpe, quiero preguntarle ¿De qué manera nos organizaremos ahora que estaremos viviendo juntos?

- ¿Ah? - me miró como si estuviera hablando en otro idioma - Mmm... Bueno, primero que nada, déjame decirte que siempre despierto demasiado temprano, he tenido quejas de mis antiguos compañeros por eso, que, porque les hago ruido de madrugada, pero así soy, no me puedo quedar aquí esperando hasta que a los flojos se les ocurra levantarse ¿No crees? - su voz era un poco diferente, no era fría, pero si había fastidio en ella.

- No me incomoda que despierte temprano, al contrario, será mejor para mí de ese modo.

- Bien, además solo compartimos dormitorio, no es como que seamos amigos, no voy a hacer tu desayuno ni nada por el estilo, espero que no te moleste - me mostró una sonrisa que, a mi punto de vista era demasiado falsa.

- Podemos hacernos amigos en el proceso Moonbin sunbaenim, viviremos juntos por más de un año según entendí, además estaremos compartiendo club.

- Ya lo veremos, ahora, si no tienes nada más que decirme, puedes salir y cerrar la puerta, necesito concentrarme.

No necesité que me lo dijera dos veces, salí de su habitación y me encerré en la mía... Iba a ser algo complicado convivir con ese sujeto... Pero bueno, al menos tendría un despertador y no hablo de la alarma de mi celular.

Pasaron dos semanas y nuestra convivencia era nula, él se levantaba super temprano como me había dicho, salía a correr, regresaba, se duchaba, se alistaba y salía del dormitorio.

Por mi parte decidí no salir de mi habitación hasta que él estuviera fuera, no quería toparme con él, las pocas veces que lo hicimos fue un poco incómodo, no sé cómo decirlo... Su mirada... ¡Aah! Olvídenlo.

- ¿Siguen en malos términos?

-bNo estamos en malos términos Lucky, nada más... Cada uno tenemos nuestras vidas.

- Sí, sí claro, como digas.

- Es en serio - suspiré por su evidente
sarcasmo.

- Oye ¿ese no es Moonbin? - dijo de repente Rocky mientras caminábamos hacia su club de danza.

- Sí, es él.

Miré y ahí estaba con una chica bastante linda, cabello castaño, casi rubio, largo y con flequillo, ojos grandes y bonitos, piel clara. Me quedé observándolos un momento, luego empecé a ver el ligero acercamiento que hizo Moonbin hacía el rostro de ella y decidí girarme... Mi pulso de aceleró.

- ¿Estás bien? - se detuvo Rocky y colocó una mano sobre mi hombro, tras ver que puse la mano en mi pecho agitado.

- Sí... E-estoy bien ¿Vamos?

Llegamos hasta su club de danza y ahí estaba el castaño llamado MJ, seguía siendo bastante raro verlo y no sentir que me quiere comer con los ojos, quizá solamente imagino cosas.

Mi ritmo cardiaco siguió agitado, era la primera vez en años que me pasaba eso y siendo sincero el pánico se empezó a apoderar de mí, necesitaba salir de ese lugar de inmediato.

- Oye, ¿Te sientes bien? Te ves demasiado pálido - MJ sunbaenim se acercó y me dio una botella con agua.

- Sí... - solté a duras penas.

- Disculpa que te contradiga, pero te ves muy mal - insistió el castaño haciéndome sentir frustrado.

-¡Estoy bien! - me exalté y ese fue un error más - Rocky, nos vemos más tarde o mañana.

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Me despedí rápido de mi mejor amigo y apresuré el paso, pasé enseguida de Moonbin y esa mujer, él hizo el intento de dirigirme una palabra, pero yo necesitaba salir de ahí, mi corazón se contraía más y más y el dolor empezaba a sofocarme demasiado... Dolía... Dolía mucho...

Caminé hasta la carretera buscando un taxi, ninguno se detenía, tenía que ir a un hospital... Empecé a caminar al ver uno hasta el otro lado de la calle, de repente.

- ¡¡¡SANHA!!! - fue lo último que escuché... Esa voz que me había parecido fría, en esos momentos se escuchó cálida, pero llena de pánico...