—¡Mira quién se ha dejado caer por aquí! —grita Álvaro, colocando el brazo por encima de los hombros de Martin.
—Igual Álvaro puede echarte una mano. Le han ascendido a técnico de sonido —le indica Chiara.
—Claro, guapo, ¿tú sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras? —responde Álvaro.
Martin le conoce muy bien. Durante su época en la Nave del olvido se enrollaron bastantes noches, aunque nada serio, únicamente dos personas que aliviaban su soledad en brazos del otro.
—Tengo que dejaros que hay clientes —añade Chiara.
—Ponnos algo antes de irte.
Chiara no necesita preguntar qué quieren, los conoce lo suficiente para saber sus gustos. Coloca dos vasos de tubo sobre el mostrador y va a por las botellas.
—¿Dime en que puedo ayudarte? —pregunta Álvaro.
Martin se niega a bajar la guardia con él, sabe como acaban cada vez que lo hace y esta vez tiene pareja. No ha tomado aún la decisión de si va a continuar o no con la relación, pero quiere hacerlo bien.
—¿Hay alguna vacante en el equipo de bailarines?
—¿Quieres volver?
—Estoy replanteándomelo.
—Preguntaré a Cris, es quien gestiona las contrataciones. ¿Te ha dejado a tu sugar daddy?
—No es mi sugar daddy, es mi novio.
—¿Problemas en el paraíso?
—¿Podemos hablar de otra cosa? ¿Cómo es eso de que te han ascendido?
—Aproveche el dinero para estudiar y ahora me encargo de la música cuando no actúo. Pero no me cambies de tema. ¿No estáis bien?
—Tenemos una crisis pasajera y me vendría muy bien conseguir algo de dinero.
—Si te quedas por aquí, te digo luego lo que me dice.
La discoteca empieza a llenarse y Martin permanece en la barra viendo espectáculos, uno tras otro. Tres horas más tarde ha perdido la cuenta de los cubatas que lleva. A pesar de haber trabajado durante un par de años en la noche, no está acostumbrado a beber y después del quinto, se le suelta la lengua y empieza a soltarle el rollo a todos los que se acercan a la barra.
Juanjo lleva más de cuatro horas dando vueltas por el piso, en su escapada Martin se ha dejado el móvil en la mesa del salón, y ahora no puede localizarlo. Se está volviendo loco, su novio no ha llegado a la hora de la cena. Después de esperarlo, durante varias horas se ha comido lo que había preparado para los dos. Por primera vez desde que están juntos, sufre en sus propias carnes la angustia de no saber donde está su chico. Le duelen las piernas de estar de un lado para otro o de pie, mirando por la ventana. Al final, se decide a acostarse. Si por la mañana no ha vuelto, ya tomará medidas.
Empiezan a aparecer algunos compis por la historia. Algunos tendrán más protagonismo que otros, pero estarán todos.
¿Alguna sería capaz predecir que papel ocupará Álvaro en este enredo?

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La Nave del Olvido
RomanceJuanjo busca un equilibrio entre su vida social y su relación con Martin. Su novio reclama su atención constantemente. Juanjo está absorto en una partida de Catán con sus amigos cuando Martin necesita desesperadamente su ayuda. Las tensiones acumul...