Por segundo día consecutivo, el primero en levantarse es Paul. Juanjo ha perdido la esperanza de ver a Martin antes de tener que irse al curro. Sin embargo, la imagen cambia de la puerta de los dormitorios a la sala de ensayo. Allí está Martin practicando la coreografía. «¿Cómo ha podido aprendérsela? —se pregunta—. Acaso se ha pasado toda la noche ensayando».
En cuanto la música cesa, se escuchan de fondo los aplausos de Paul.
—¿Te ha gustado de verdad? —le pregunta Martin.
—Ojalá me hubiera tocado contigo. ¿Vienes a desayunar?
—Sí.
Paul le pone un brazo encima del hombro mientras van de camino al comedor.
—¿Cómo te la has aprendido tan rápido?
—Grabé el ensayo ayer, y como anoche no podía dormirme, lo estuve revisando.
—¿No sería por mis ronquidos? —Paul sonríe con una complicidad con Martin que pone nervioso a Juanjo.
—Estás demasiado cerca.
Juanjo apaga el directo. Podría soportar que estuviese con otro, pero verle ligar delante de sus ojos es superior a sus fuerzas.
Se pasa el resto de la mañana de mal humor. Incluso ha descargado con uno de sus compañeros, que solo pretendía preguntarle si se iba a desayunar con ellos, y ha acabado descargando su frustración con él.
Al salir del trabajo, Juanjo duda si revisar el directo o si debería ver solo las galas. Es capaz de resistirse durante el trayecto de vuelta a casa, pero en cuanto entra en su apartamento, se dirige al sofá. Y va saltando en el tiempo en el directo. Descubre que el tonteo con Paul ha acabado justo después de que él haya apagado el directo y se siente idiota, por haberse pasado todo el día mosqueado.
Unicamente, se detiene para verlo ensayar con Lina, parece que se han hecho buenos amigos y Lina no solo consiguió animarle, ayer, sino que hoy en el ensayo por parejas ha ido mucho mejor.
El jueves es el día de la coreografía grupal y nuevamente el coqueteo de Paul hacia Martin vuelve. Su ex no parece mostrarse demasiado interesado, de hecho parece que ha mirado las cámaras un par de veces. Juanjo se niega a pasar por eso cada día.
Por suerte, los viernes Juanjo no trabaja por la tarde y eso le permite ver el pase de prueba en directo. Martin va a ser el último en bailar de forma individual y Juanjo sabe que se está poniendo nervioso, le tiemblan las piernas. Aunque él cree que en cuanto salga a bailar se olvidará de todo y lo hará genial. Por desgracia no es así, se le nota ponerse de pie inseguro. Quiere gritarle que él puede. Juanjo le observa bailar emocionado y está convencido de que la valoración de los profesores será positiva. Pero no es así, le han sacado faltas a todo: expresión vacía, inseguro, movimientos poco precisos. En resumen que la coreo está sucia y que necesita limpiarla mucho. Martin escucha muy atento y les promete que estará para el día de la gala. A Juanjo le sirve de consuelo que a la mayoría les han hecho valoraciones similares. Incluso a Paul, se las han hecho peores aún.
La coreografía con Lina parece que la lleva un poco mejor o eso, al menos, le dicen los profesores, Juanjo, ya no se fía tanto de su criterio que por lo visto: no tiene.
La grupal es un auténtico desastre. Se han perdido un par de veces y en cuanto acaba el pase. La coreógrafa se queda con ellos repasándola.
El sábado es el día libre, o eso dicen, porque se pasan todo el día ensayando. Incluso Juanjo desde el sofá de su casa se siente agotado solo de verlos. Y el domingo se pasan casi el día entero en el plató ensayando y solo van a la academia para comer.
Juanjo deja puesto el directo en el ordenador, esperando a que vuelva Martin del ensayo. Necesita quedarse tranquilo de que el ensayo ha ido bien. Son casi las ocho de la tarde cuando el joven vuelve: su gesto parece contrariado. Lo primero que hace es irse a la sala de ensayo y revisar su coreo. Al rato aparece su compañera y se une a él para hacer la que tienen juntos. «Juanjo no la ve tan mal como para tener que preocuparse, pero ya veremos qué pasa mañana», se dice.
¿Qué puntación tendrá en la gala de baile?
Por cierto, no sé si me dará tiempo a escribir el capítulo. Si a las 20:30 no está, nos vemos martes.
Y sino nos vemos, cruzar los dedos para la gala de mañana.
Salvar Martin. Favorito Juanjo. No os olvidéis.
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La Nave del Olvido
RomantizmJuanjo busca un equilibrio entre su vida social y su relación con Martin. Su novio reclama su atención constantemente. Juanjo está absorto en una partida de Catán con sus amigos cuando Martin necesita desesperadamente su ayuda. Las tensiones acumul...