Caminos De Sangre [Los Stein]

CAP 2

A las cuatro de la tarde el hambre me picó y salí a la cocina. Kaia no estaba allí, supongo que aún estaba encerrada en su habitación.

En lo que preparaba unas zanahorias con carne salteada iba escuchando música de mi teléfono encima de la barra.

Estaba sonando BTS - Mic drop.

Escuché como la puerta de Kaia se abría, pero no me giré.

— ¿Haces la cena?

Me preguntó con tono calmado.

— Ujum...

Esa fue mi respuesta. No tenía muchas ganas de hablar, no era que estuviera enfadada con ella, simplemente a veces me daban esos momentos.

Escuché el ruido de un taburete que había al otro lado de la barra, se había sentado y sentía el peso de su mirada en mi nuca. Me giré y le sonreí.

— Esto debe ser nuevo para tí, ¿cierto? — Ella asintió con la cabeza y seguí hablando —. Aún recuerdo el día que llegué aquí, hace cuatro años...

Me quedé mirando el ventanal del salón.

— Mi padre me dijo que entraste con 24, pero no me dijo el por qué.

Sus palabras sonaron curiosas.

— Antes de entrar vivía en Canadá — cuando mencioné Canadá sus ojos brillaron por un momento —. Vivía con mi familia allá, hasta que decidí que haría lo que yo quisiera y no lo que mi madre quería.

— Eso es muy valiente — apoyó sus manos en la barra —. ¿Me darías algún consejo antes de comenzar?

— Mm... Mantente alejada de los chicos del equipo de Béisbol, todos, créeme, todos son unos idiotas y se han cogido a la mitad de la escuela. Por suerte yo no entro dentro de esa mitad.

Las dos reímos un poco.

— ¿Cenamos?

— Me muero de hambre — ella se levantó y me ayudó con los platos.

Cenamos a las cinco de la tarde, muy temprano la verdad, pero mis horarios de comida son muy regados en eso fallo mucho, se me hace difícil comer en los horarios establecidos.

Estuvimos charlando sobre la escuela y los clubs extraescolares, también de los profesores y de los chicos.

— Tú y mi padre parecen cercanos — Kaia tomó la caja de pizza para votarla —. ¿Cómo se conocieron?

Habíamos pedido una pizza a las ocho de la noche, a esa hora teníamos hambre nuevamente.

— Pues... No somos tannn cercanos. Lo conocí en el gimnasio, es mi entrenador personal.

— Eso me dijo...

Se volvió a sentar junto a mí en el sofá, estábamos viendo Got Talent.

Noté un poco de molestia en su comentario.

Mi teléfono sonó, era un mensaje de mamá, aún insistía que fuera a Canadá de visita.

Le escribí a mamá que no iría y esperé su mensaje aunque no llegó, supongo que no estaba conectada o tendría apagado el teléfono.

+++

Ha pasado una semana desde que Kaia llegó al apartamento a vivir conmigo. Hemos conversado mucho y no hemos echo buenas compañeras de apartamento.

El campus estaba lleno de jóvenes adultos caminando de aquí para allá, era medio día y el comedor de la escuela estaba completo así que salí a una de las cafeterías del campus.