CAP 8

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El sonido de mis tacones resuenan en el piso de mármol blanco.

Tac, tac, tac.

Llegaba tarde a mi entrevista de trabajo.

Es normal cuando estás en último año de la Uni que vayas a entrevistas de trabajo en tu área laboral. Ésa era la primera a la que iba. Estaba nerviosa a más no poder ya que no todos los días te jugabas tu futuro.

—Buenos días. —saludé a la joven chica detrás del escritorio en la recepción.

—Buen día —respondió —. ¿Qué desea?

—Vengo a la entrevista de trabajo para.

—Si, si —me interrumpió —. Sé cuáles.

Me entregó una hoja y un bolígrafo.

—Firme aquí.

Firmé y ella me entregó una solapa de invitada.

Estaba en la cede más grande de periodismo de toda la ciudad, For More A.C.

Me indicó que subiera al tercer piso y esperara en la Sala no.3. Hice lo que me dijo y estuve esperando junto a otras cincuentas personas a que tocara mi turno.

Pasaron alrededor de una hora y un hombre canoso de aspecto elegante, pero relajado; salió y anunció que las entrevistas habían acabado.

Yo junto a otros nos largando sin ni siquiera mirar atrás.

Perdí mi tiempo.

Bueno, solo fue la primera entrevista, lo que haya sido eso.

Hay que ser positiva.

Tomé un taxi y volví al apartamento.

Me he sentido sola últimamente por la ausencia de Kaia. Ha pasado una semana y media desde que se está quedando en casa de sus padres. Estoy bastante segura que la castigaron.

Me escribió el martes diciendo que su plan había resultado, pero se enfadaron y la tienen vigilada en una casa que compraron donde ahora viven todos.

Subí al edificio con ganas de llegar a casa y dormir un poco.

Entré cerrando la a puerta detrás mío.

Se escuchaba ruido en el salón, había alguien allí.

Dejé el bolso en la mesita y llegué a la sala esperando ver a Kaia, pero no era ella quién estaba ahí.

El chico rubio me miró de arriba a abajo, analizándome.

—Debes ser Raquel —se acercó a mí y estiró una mano para que la estrechara —. Soy Heist, hermano de Kaia.

Estreché su mano y luego la solté tan rápido como la tomé.

Era de cabellos rubios y ojos azules, no se parecían mucho la verdad.

—¿Qué haces aquí? ¿Kaia volvió?

—No —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón —. Nuestros padres no saben que volvimos y no pueden saber.

Eso me sonó a advertencia.

—Está bien... —miré a mi alrededor y solo estaba él —. Cuando hablas en plural te refieres a tí y a tu hermano Frey, ¿cierto?

Él asintió y se sentó en el sofá.

—¿Dónde está?

—Durmiendo —señaló la habitación de Kaia.

No dije nada y me fui a mi habitación.

Me dormí despertándome a la hora de la cena.

Cuando salí solo veía a Heist sentado jugando vídeojuegos.

Caminos De Sangre [Los Stein]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora