Capítulo 2. En febrero te mentí. Parte 3.

17 2 0
                                    

Avery.

-Hola. Soy Avery, perdón por no escribir antes, te he pensado mucho, espero verte pronto. Feliz día de San Valentín.

Envíe el mensaje...

Febrero fue efímero, después de verme con Asher y regresar a casa deseaba a Johari, hacerla mía. Esperaba con ansias San Valentín, rente una cabaña a las afueras de San Francisco, viajamos el fin de semana.

El viaje en auto fue algo tedioso, al llegar Johari se conectó a una reunión con su firma, por lo tanto, yo me tomé la libertad de ir a la planta baja, tomo una lencería nueva de encaje, enciendo las velas dejándolas por la sala y extiendo unas sabanas sobre el lugar. Envíe el mensaje antes de salir de casa, hasta recuerdo eso. Mientras Johari no baja decido revisar el mensaje y no ha respondido. Veo la hora. 23:15

Chat.

-Leí tu mensaje, no dejó de pensar en ti. Espero hallas tenido un buen San Valentín.

Leo el mensaje, miro hacía donde Johari, aún no baja. Abro la cámara, dejando ver mi abdomen bajo con mi nueva lencería. Enviar foto.

...

Siento los dedos Johari subir por mi cuello hacia la nuca, tomar un poco de mi pelo con fuerza acercándome a sus labios, nos besamos apasionadamente haciendo que cierre mis ojos, suelta un leve gemido al rozar el centro de su espalda y desabrochar su sostén, baja por mi pecho quitando ahora mi sostén y lamiendo uno de mis senos. Sube Asher a mis labios mordiéndolos al terminar de besarme, aún excitada siento el peligro que su nombre salga de mis labios; Johari lame mi oído mientras su mano se introduce en mis bragas, me siento con la realidad distorsionada al tomar el pelo de Asher, llevo mi pulgar derecho a su boca pidiéndole que lo lama, mientras Johari asiente.

Nos dejamos de rodeos y la conduzco por mi abdomen mientras no controlo los espasmos al sentir sus labios, entre varios pestañeos intercalo entre él y ella, suelto un gemido incontrolable, al sentir sus labios, mi imaginación se sumerge en mi libido, presiono con fuerza su cabeza pidiéndole más, mis gemidos se salen de control al demostrarme de que está hecha y hacerme estallar de placer.

El efímero febrero terminó, mi jefe Klaus se encuentra feliz con mi trabajo en Nueva York, los informes han sido estupendos y los resultados se han hecho notar.

Alisto maleta para viajar. Y decido escribirle,

Chat.

-Mañana nos veremos de nuevo, estoy ansiosa.

-Yo igual, siento que el corazón se me sale de pensarlo.

-Quizá lleve un vestido de escote. Un vestido amarillo.

-De acuerdo, ahora deseo verte con el puesto.

-Quizá, digo, puedes tocar el vestido, es una buena tela.

-¿Sólo el vestido?

Leer sus mensajes me calienta un poco, brinco del susto cuando oigo la puerta de la casa cerrarse, bloqueo el número de inmediato y elimino el chat, Johari llega con un ramo de rosas deseándome un viaje. Le pregunto cómo le fue en su audiencia y responde con una copa de vino, lo que significa que le fue bien.

Llegué a Nueva York, después de trabajar me di un buen baño, me maquillé casual y me puse su anhelado vestido amarillo, los completo con unos zapatos de tacón alto negros.

-Hoy deseo hacerlo mío. No aguanto más. – Susurro.

Tomo el taxi en la gran ciudad. El tráfico es horrible, pasan los minutos atrapada en un embotellamiento, voy muy tarde, usualmente nos hubiéramos visto hace más de una hora. Decido salir del taxi y tomar el subterráneo, llego a la estación y salgo lo más pronto posible, me encuentro a dos cuadras de L'opportunite ya empieza a anochecer. Llego a la puerta del café y veo por el vidrio la mesa sola. Volteo para ver la calle y lo veo, lo veo subirse a un taxi, el taxi arranca y tomo uno pidiéndole que lo siga.

Marzo, debo verte, debo alcanzarte.

Las trece veces que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora