Capítulo 5. La duda de mayo. Parte 2.

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Avery

¡La maldita película! ¡Dios! La peor idea que he tenido. Infidelidad de Adrian Lyne nos presenta cómo lejos de la monotonía de una relación sobresale un romance clandestino avivado por el deseo, mismo deseo que termina en la muerte de uno de los involucrados. Es inevitable no reflejarme en ellos, ¿Qué sucederá cuando Johari se entere?

Por fortuna Asher quiso salir del cine, me pregunto si notó mi reacción ante filme, en el trayecto hacia el hotel, conversamos muy poco, no dejaba de pensar en Johari, en mí, en él. Claro, supongo que es más sencillo para mí, en la película uno de los involucrados tiene un hijo, ella. Yo solo tengo a Johari así que no es un problema.

Regresar a casa me hizo sentir débil durante todo mayo, me volví susceptible ante la duda constante de seguir con Asher, todo empezó a volverse gris, las caricias de Johari se sentían tan cálidas que decidí sumergirme en ellas todo el mes, sus besos no solo en mis labios se convirtieron en el refugio que calma mi necesidad de Asher, comenzamos a tener sexo más seguido, exigía ser tocada, usada. Necesitaba oír sus gemidos siempre míos, que besara mis senos ya no me eran suficientes, Asher los mordió aquella vez, y se lo pedí a ella esperando que la fuerza en mis manos no fuera mucha, sé que ella no puedo igualarlo, pero me satisface lo suficiente como para esperar a junio.

Y después de un poco de carnalidad voraz, llegó el suspicaz temor. Johari me abordó mientras desayunábamos.

-Creo que debemos elegir una fecha para la boda. – Dice besándome, tomándome por sorpresa.

-Claro, ¿qué fecha se te ocurre? – Pregunto.

-En seis meses. – La veo sorprendida, noviembre.

-Sí, suena genial. Sería por la fecha en que nos mudamos juntas. – Menciono al entender por qué la prisa.

-¡Oye! Ya no quiero esperar más. Así que debes ir eligiendo quién será tu dama de honor. – Dice con una sonrisa.

Eso quedó sonando en mi cabeza, cerrar los ojos me recordaba a Johari pidiéndome organizar la boda, empiezo a temer, cada día que pasa es un día más cerca a la boda, al compromiso. En el trabajo me refugio en las conversaciones banales con Cassidy, hasta que recuerdo la conversación con Johari.

-Cass, quiero pedirte algo. – Ella me pregunta qué es. -Me gustaría que fueras mi madrina de bodas. – Digo nerviosa. Ella me ve perpleja y asiente diciendo que sería un gusto.

Mayo terminó como empezó, lleno de dudas y preguntas constantes sobre él, sobre mí, sobre cómo influyo aquella película en mi percepción sobre lo que ambos tenemos. Me siento sucia en ocasiones, me siento alegre en otras, me siento deseosa, pero culpable, triste al pensar en lo que podría perder, imaginativa al pensar en un mundo solo con él. Desvarío una y otra vez hasta que los golpes de realidad me hacen tocar tierra y detenerme.

Así que junio llegó, y con su llegada mi deseo de verlo, de estar con él, o bueno, hasta un día antes mientras empacaba de nuevo.

-Av, te tengo una buena noticia. – Menciona Johari emocionada al entrar al cuarto. -Tengo un caso contra la firma Wali & Wonde y Asociados. Debo ir a Nueva York para verme con uno de los abogados así que lo programe para mañana, viajaré contigo, y podré recogerte cuando salgas del trabajo. Podrás mostrarme el Nueva York del que me hablas. – Añade emocionada mientras me muero de temor.

Ya en Nueva York el día se hace eterno, el trabajo se hizo tedioso, ya no deseo salir del mismo, miro la hora una y otra vez, parece que el tiempo no pasa. Mi día laboral termina, Johari llega a por mí y mi día junto a él se desvanece en cada segundo que paso con ella en la gran ciudad.

Las trece veces que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora