Asher.
Nos preparamos para salir de L'opportunite, voy a pagar la cuenta mientras Avery sale del café para pedir un taxi.
-Espero verte por ahí después de que L'opportunite desaparezca. – Dice la mesera entregándola la tarjeta.
-Así será, debes decirnos en que otro café trabajaras. – Le respondo.
-Oye, los felicito por la boda. – La miro sorprendido preguntándole a que se refiere. -Vi la sortija que lleva ella cuando llegó, en serio felicidades. – Le agradezco confundido y salgo. Avery me espera junto al taxi, ambos tomamos asiento y en el recorrido al hotel tomo su mano, no observo ningún anillo.
Regresar a casa se convirtió un martirio, en casa todos lo preparativos para la boda en enero con Dimitri me traen a mi mente las palabras de la mesera. En el trabajo Clade me comenta como ha tenido que verse a escondidas con Leather.
-Creo que piensa dejar a su marido, las veces que nos vemos es maravilloso, pero es raro, ¿sabes? – Dice mientras me entrega unos informes.
-¿Raro? – Pregunto y comienzo a revisarlos.
-Si, su celular nunca está presente por qué él la puede llamar, siempre mira hacia todo lado, y siempre al vernos lleva su anillo, cree que no lo veo, pero lo guarda en su chamarra cuando cae en cuenta. – Dice recostando su cabeza en mi escritorio.
-No deberías tener una infidelidad. – Digo tragándome mis palabras.
-Lo sé, sé que Dimitri y tu tienen una buena relación, pero... tú, ¿lo harías? – Pregunta confundido.
-No creo, pero tu posición es distinta. Ella es la que no debe ser infiel. – Analizo mi situación cuando reviso un mensaje. Lo leo y es ella "Ven mañana, quiero tenerte acá". No respondo el mensaje. -Clade, piensa las cosas, no mereces ser una segunda opción.
Esa noche al llegar respondo el mensaje. "Llego a San Diego a primera hora". Conduzco hasta llegar a un taller de arto, pregunto por unos talleres que imparten y me facilitan los folletos. Llego a casa, Dimitri se encuentra viendo una película con Ji-a. Los saludo, Ji-a corre a mis brazos, la tomo con el brazo izquierdo mientras con el derecho entrego los folletos a Dimitri.
-¿Quieres decirme qué es? – Pregunta.
-Quiero ayudar a encontrar un hobby, recuerdo que cuando empezamos a salir dijiste que te gustaba el arte, así que... - Sonríe.
-¿Quieres qué me vuelva un pintor? – Pregunta curioso.
-Quiero plasmes lo que sientes en arte, cualquier tipo de arte.
-¿Patinaje sobre hielo? – Pregunta con ironía.
-Amor, sería muy gay de tu parte. – Ríe conmigo.
La mañana siguiente no se hizo esperar, el avión aterrizó en San Diego, los nervios eran inevitables, este es su ambiente, mientras espero que su auto llegue guardo mi sortija en la billetera. El auto aparca frente mío, subo con mi mochila y ella me saluda con un beso. Damos una vuelta por la fría San Diego, el otoño la hace ver preciosa.
Unas horas pasan...
La veo dormida sobre su cama, me levanto cauteloso, las palabras de Clade y la mesera resuenan en mi cabeza, sé que yo estoy con Dimitri, pero si ella también está con alguien... salgo de su habitación, comienzo a revisar la casa, veo fotos con una chica morena, que se me hace algo familiar, pero no logró ver a esta obscuridad, entro a un cuarto y sin querer enciendo la luz, veo invitaciones de bodas, revistas de vestidos. Me acerco y tomo una invitación.
-Estás invitado a nuestra boda este 16 de noviembre... - Leo entrando en pánico.
-¡¿Asher?! – Escucho su voz llamarme desde el cuarto, regreso con una sonrisa.
-Lo siento, fui por un vaso de agua. – Digo mientras ella me espera envuelta en sus sabanas.
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Las trece veces que te vi
RomanceAsher y Avery deben ir a trabajar a Nueva York una vez al mes, lugar donde empezaran a coincidir haciendo que no solo les guste la ciudad, sino ellos también. Desafiando su sexualidad, sus vidas e incluso su futuro.