Las trece veces que te vi

Capítulo 9. Un septiembre decisivo. Parte 3.

Dimitri.

Este año ha sido un desastre. Mi error, mis pacientes, mi exesposa, yo. Lo intento, intento ser paciente, llevar las cosas en calma, la vida sigue y ahora me trae más pruebas que no sé como debo afrontar. En mi cabeza aún resuena la voz de Bastian diciendo que mi licencia médica sería suspendida.

-Buen día, es lindo verte de pie de nuevo. – Dice Asher con una sonrisa mientras le sirvo café. - ¿Hiciste el desayuno? – Asiento y mientras le sirvo llega Ji-a con una mochila.

-¿Crees que llevo muchos juguetes? – Dice algo preocupada.

-¿Irán a casa de Esther? – Pregunta y empieza a desayunar, toma a Ji-a en mis brazos y me abraza fuerte.

-Llevo dos semanas en el cuarto, y Esther me insistió para que fuera a ver a Alan, además Ji-a se muere por ver a su primo. – Baja a Ji-a y termina su desayuno. -Ming vendrá esta noche a cenar, por favor no llegues muy tarde.

-¿Te recojo donde mi hermana cuando salga del trabajo? – Asiento con un beso en sus labios.

El día pasó lento en casa de Esther y Amid, ha sido lindo verlos formar su nuevo hogar. Esther se siente temerosa de hacer sus deberes de madre, Amid por otro lado; se aventura a tener al niño en cada momento.

-¿Cómo ha sido criar a Ji-a? – Pregunta Esther observando a Amid darle tetero a Alan.

-Al principio no fui parte de su crianza por mi trabajo, me hice cargo de Ji-a cuando me separé, ahí tomé mi paternidad en serio. Cuando tuve la custodia de Ji-a tuve que aprender de cero, gracias a tu hermano no me rendí, él me ha ayudado bastante con la crianza de Ji-a, ella incluso lo ve como un padre. – Respondo pensativo. -Es una aventura que no estamos listos para afrontar, pero es lo mejor que nos puede pasar.

-Espero ser una buena madre... - Toma mi mano.

Asher llega por nosotros, en el camino me pregunta cómo estuvo mi día. Ji-a se queda dormida en el asiento trasero, y me recuesto en el hombro de Asher mientras conduce.

-Ash, me siento perdido.

-¿Cómo puedo ayudarte? – Pregunta.

-Necesito ocuparme en algo más, me quedé sin trabajo, Ash, ¿cómo nos mantendremos sin mi sueldo? - Asher frena, me ve a los ojos y me besa.

-Gano lo suficiente. Dim, en serio nada va a cambiar, tener ahorros y siendo sincero creo que pasó en el mejor momento. – Lo veo molesto y le pregunto a qué se refiere.

-Ming quiere llevarse Ji-a, ahora tienes todo el tiempo para estar con ella. Esa debe ser tu carta para cuando eso empeore. No pienses que todo es malo. – Toma mi mano con fuerza. -Estamos juntos en esto.

La noche llegó, Ming no se hizo esperar, la cena comenzó y Ji-a se siente feliz de tener a su madre y sus padres juntos, le cuenta como ha sido tener un primo, como juega con él, cómo se siente al verlo. Eso suaviza un poco sus comentarios agresivos hasta el punto de conversar con nosotros con naturalidad.

-Revisé los informes presentados por la trabajadora social, y dice que Ji-a no podría estar en mejores manos que las de ustedes dos. - Dice mientras termina su bebida.

-¿Quiere decir que puedo quedarme con ellos? – Pregunta Ji-a alegre.

-Sí, pero serás mía en vacaciones. Por eso vine, es mi propuesta. – Veo Asher molesto, tomo su mano para calmarlo.

-¿Verano o invierno? – Pregunta él serio.

-Creí podemos alternarlas si prefieren, incluso están invitados si les parece mejor. Dimitri, yo no quiero seguir lejos de mi hija. Tampoco quiero que ustedes se alejen de ella, es lo mejor que puedo ofrecer sin irnos a juicio. Sé lo que pasó en el juicio, y no quiero empeorar las cosas.

-Es una buena idea. – Digo en calma.

-Sí. – Dice él.