Capítulo 5. La duda de mayo. Parte 3.

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Asher.

¿Mayo?, ¿yo?, ¿ella?; pensar en ella durante mayo me hizo ser más conmigo mismo, me hace pensar en lo correcto, en alejarme, en ser lo que Dimitri espera de mí, un esposo ejemplar para él; en lo que Ji-a espera de mí, ser un padre, un buen padre. No quiero defraudarle, pero es justo lo que hago en este momento.

Mayo no solo difícil para mí, fue difícil para Dimitri, cuando llegué de Nueva York me encontré con la noticia de que perdió uno de sus pacientes, y que por ello fue citado por la junta directiva del hospital, fue regañado ya que el paciente tenía gran poder adquisitivo. Días después fue llamado por una firma de abogados donde lo demandaron por realizar un mal procedimiento a la hora de la cirugía. Redujeron sus turnos e incluso lleva días sin trabajar.

Este nuevo caos en su vida me hizo ver lo mucho que Dimitri me necesita, pasé los días consolándolo, no veía la hora de salir del trabajo para llegar a casa y acompañarle, aunque la pasaba mal, ahora esta en juego su trabajo, nos unimos un más debido a sus vacaciones forzosas, empezamos a salir más seguido y Ji-a disfrutaba de esos momentos al igual que yo. Él no, se esforzaba por mostrarnos que sí, pero la medicina ha sido su vida, tener que detenerse por un error lo carcomía.

Un día después de que Ji-a durmiera fui a buscarlo a la terraza, lo veo tomando un poco de vino mientras seca sus lágrimas, lo abrazo por detrás susurrándole que todo estará bien, me pide que me quede a su lado dejando salir su llanto, lo abrazo aún más fuerte afirmándole que jamás me iré de su lado mientras pueda estar con él.

El mes llegaba a su fin y tuvimos que conseguir un abogado que lo representara en el proceso, el hospital lo llamó para que hiciera algunos turnos que le permitieran mantenerse activo, Dimitri volvió a su trabajo mientras yo contaba los días para volver a Avery, este mes no la pensé tanto, ahora pensar ella se volvió un sinónimo de querer despedirme de ella.

Se llegó el día antes de tener que volver a Nueva York. Alistaba maleta cuando Dimitri regresó de su turno, entró al cuarto abrumado.

-Necesito pedirte un favor. – Pregunto qué es.

-Quiero que lleves a Ji-a mañana contigo, necesito estar solo. Quiero pensar con claridad, creo que esto se irá a juicio y necesito que hagas esto por mí. – Dice con un taco en su garganta.

-Claro, empacaré sus cosas. – Acepto confundido, nervioso, añorando que se arrepienta de pedirme eso.

El día llegó, Ji-a viajó a mi lado, llegamos al hotel y se precipito a entrar al cuarto emocionada, desde la ventana veía la imponente ciudad pidiendo que la llevase a un lugar divertido, la dejé en la guardería del hotel mientras fui a trabajar, se hizo largo el día, cuando salí me pregunté si ir primero a L'opportunite antes de regresar al hotel, pero que le diría a Avery por tener que irme ligero, conduje y llegué a L'opportunite, entré, no la vi y me acerqué a la mesera que me atendió feliz de verme, le pedí dejar una nota par Avery.

Lamento no poder verte hoy, surgió un inconveniente. Espero verte el otro mes.

Asher.

Salí de L'opportunite y conduje de regreso al hotel donde mi hija me espera.

Las trece veces que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora