Capítulo 8. Un agosto agotador. parte 3.

9 2 0
                                    

Avery.

Agosto transcurrió inestable, la "libertad" que pensaba que tenía junto a Johari se puso en duda con el pasar de los días, los preparativos de la boda empezaron a sentirse más pesados, la madre de Johari continuó renegando del lugar escogido. Johari me pidió paciencia para con Bernet mientras ella se iba al juicio, el día del juicio llegó. Bernet me acompañó a escoger las flores de la boda, miramos de toda clase mientras noto lo callada que ha estado Bernet, escojo unas rosas blancas esperando su opinión, la veo y asiente.

-¿Pasa algo? – Le pregunto.

-No... es una buena opción. – Responder Bernet, durante el día siguió siendo amable, comencé a verla nerviosa, callada, cada vez que preguntaba si se encontraba bien su respuesta era la misma.

-Av, estoy bien.

Aquella noche a la hora de cenar me acerqué a Johari preocupada.

-Creo que algo le pasa a tu madre. – Le susurro haciendo que me vea algo inquieta.

-¿De qué hablar? – Pregunta.

-Esta muy callada, ¿no lo ves? Creo que deberías hablar con ella, o... - Me toma la mano.

-Creo que solo es cansancio, dice que se siente agobiada desde que mi hermano se fue de casa. – Dice y besa mis labios. -Gracias por preocuparte.

Los días continuaron y mientras más se acercaba septiembre más ganas sentía de verlo de nuevo. Johari comenzó a estar más ocupada, ganar el caso le hizo un renombre y la última semana no la vi en casa. Se llegó el día de ir a Nueva York, al despertar encontré una nota en la cama.

"Lamento haberme ido sin despedirte, te lo compensaré"

L'opportunite se siente tan calidoso, la mesera trae mi capuchino mientras se queda observando mi sortija.

-¡Vaya, felicitaciones! – Dice tomando mi mano y detallándolo. La campana de la puerta se abre y es él, escondo mi mano con rapidez y ella nota lo extraño que es.

-Gracias, lo siento, ¿puedes traer su chocolate? – Digo algo nerviosa mientras Asher llega, ella se va saludándolo, él me besa y toma asiento. -Ya pedí tu orden. – Bajo la mesa quito la sortija y la guardo pensando lo cerca que estuvo.

La cita en L'opportunite duró unas horas, conversamos bastante sobre nuestra juventud, claro, me tocó obviar muchos temas. Decido ir al baño, al salir me juago las manos cuando lo veo entrar al baño de mujeres.

-¿Qué haces? – Le pregunto nerviosa. Él se acerca tomando mi mano, comienza a besarme suavemente y oímos unos pasos. Me toma de la mano metiéndonos a un cubilo del baño, comienza a besar mi cuello metiendo sus manos bajo mi blusa, suelto un pequeño gemido, y prosigue a quitar mi blusa, desabrocha mi brasier y baja a lamer mi ceno derecho mordiéndolo un poco, contengo mis gemidos al sentir que estallo de placer cuando oímos abrir una llave, lo veo a lo ojos, pero decide continuar desabotonando mi pantalón, prosigue con mi ceno izquierdo y lo tomo del cabello con fuerza haciendo que aprete mi cintura y empiece a bajar por mi abdomen, siento algunos espasmos y muerdo mis labios con más fuerza para no gemir...

Las trece veces que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora