Las trece veces que te vi

Capítulo 9. Un septiembre decisivo. Parte 2.

Johari.

Este año ha sido fantástico, el acenso, ser socia mayoritaria, mi compromiso, este caso. Estamos a dos meses de nuestra boda y solo pienso en como empezó todo, nuestra primera cita después de conocernos en aquel bus. Veo mi vestido de bodas terminado, me lo pruebo con las ganas de que llegue el tan esperado día. Desde que vivimos juntas he deseado hacerla mi esposa, ahora estamos a nada de que suceda.

-¡Te ves hermosa!- Dice mi madre con lágrimas en sus ojos. Trata de contener el llanto y toma mis manos. -En serio espero que ella te haga feliz. – Culmina rompiendo en llanto.

-¡Oh, madre! – La abrazo fuerte. -Gracias por apoyarme en esto.

-Tu hermano llega esta noche, ve a cambiarte. Él te amará cuando te vea así. – Sonrío y voy a cambiarme.

De regreso a casa soy requerida en B.Q. Asociados, mi madre accede a acompañarme y le pido que me espere en mi oficina mientras atiendo un asunto con una de mis socias, al llegar la oficina es la señorita Wali quien me espera.

-¿Hola? No esperaba verte de nuevo. – Digo sorprendida.

-En Wali&Wonde quedamos sorprendidos con tu desempeño en el último caso.

-Gracias, pero pudiste decírmelo en una tarjeta.

-Johari, he venido a hacerte una propuesta. Sé que hace poco obtuviste el cargo de socia mayoritaria en B.Q. Asociados, pero eres una gran abogada y San Diego no es la ciudad para ti ahora. No con todo lo que tienes para dar.

-¿Qué quieres decir? – Pregunto perpleja.

-Queremos que te unas a nuestro equipo en Nueva York. Si aceptas tendrás tu propia oficina, y tu propio equipo de trabajo, ¿qué dices? – Tomo asiento sorprendida por la noticia.

-Debo pensarlo, sé que es una gran oportunidad, pero debo consultarlo con mi prometida.

-De acuerdo, esperare tu respuesta. Solo no olvides que las oportunidades solo se presentan una vez. – Dice saliendo de la oficina.

La noche llegó Avery y mi madre prepararon la cena mientras yo terminaba unos informes justo a tiempo para recibir a mi hermano Tanner. La cena se hizo estaba resultando acogedora, Tanner nos contó sobre como su nueva vida en Atlanta salía de maravilla hasta que mi madre...

-Hijo, estoy orgullosa del hombre en que te has convertido. Y tú, Johari, soy afortunada de que seas mi hija. – Sus ojos se llenan de lágrimas. -Hay algo que debo contarles... - Av, que está a su lado toma su mano.

-Hace un mes fui al médico por unos dolores que no me dejaban dormir, ya tengo los resultados. – Le miro recordando lo dicho por Avery hace unos días sobre que mi madre se encontraba extraña. – Me diagnosticaron cáncer terminal.

-¡Madre! – Rompe en llanto mi hermano mientras quedo atónita.

-Tann, promete que harás de tu vida lo mejor posible. Tu hermana y yo hemos luchado por eso. – Él asiente. – Ave, cuídala por mí, y perdóname por no haberte aceptado antes como debía, has llenado de amor a Joha desde el primer momento. Y, sé que debo agradecerete por eso. – Me levanto de mi asiento junto a mi hermano y abrazamos a mamá.

Esa noche, Avery se acuesta a mi lado, deja un beso en mis labios y me rodea en sus brazos.

-Estoy aquí, siempre lo estaré... - Me calma oírla.