Capítulo 9. Un septiembre decisivo. Parte 1.

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Avery.

Sus manos toman con fuerza mi cabello mientras mi lengua se vuelve la mejor intrusa en su vagina, sus gemidos motivan con fuerza mis movimientos, lanza un grito ahogado de mi nombre. Subo por su abdomen respirando suavemente y erizando su piel. Llego a sus labios donde me besa desenfrenadamente, la volteo con fuerza y beso su nuca, continuo con oreja mientras desabrocho mi pantalón, separo un poco sus piernas para fundirme en ella con fuerza, susurra mi nombre una vez más y empiezo a embestirla con el mayor de mis deseos, alguien entra al baño, pero no me contengo, continúo haciéndola mía sin pensar quien esta afuera oyendo... Pasan unos minutos ajetreados donde Avery se hizo mía, la hice mía, al terminar me pide dejarla descansar un segundo. Voltea a verme sublime, besa mis labios con ternura.

-Te espero afuera... - Digo, termino de organizar mi atuendo y salgo del baño.

Pido un té helado mientras espero Avery, la mesera se acerca con él. -Me agrada cuando vienes. – Dice ella esbozando una sonrisa.

-Gracias, es lindo verte. – Respondo cordial. Avery llega a la mesa y la chica le ofrece algo de beber y Avery pide un vaso de agua mientras acomoda su cabello.

Que septiembre tan maravilloso, al salir de allí fuimos al hotel, vimos una película y nos quedamos dormidos. Me despierto a eso de las once y tomo mi celular para ver muchas llamadas perdidas de Dimitri y Esther. Salgo del cuarto para llamar a Dimitri.

-¡Aló, ¿Pasó algo?! – Pregunto preocupado.

-Esther comenzó a tener contracciones, ya estamos en el hospital. Creo que tendrá el bebé esta noche. – Dice contento. -¿Cuándo llegas tú?

-Tomaré el primer vuelo en la mañana. - A la mañana la veo dormir, tomo mis cosas, dejo una sobre la mesa de noche y me despido de un beso en la frente.

Atlanta, conforme el avión aterrizó me dirigí al hospital, Dimitri y Ji-a se encontraban en la habitación de Esther cuando llegué. Ji-a me saluda emocionada mientras mi hermana tiene a su bebé en brazos. Me lo pasa en brazos diciendo su nombre. "Alan".

Septiembre fue mágico, Dimitri adecuado un cuarto para Esther y Alan, se ocupó bastante de ella mientras Ji-a se sentía como una hermana mayor y no despegarse de Alan, le muestra sus juguetes, le cuenta historias, y mi hermana trata de no derrumbarse cuando recibe una visita.

Estoy en la sala junto con ella y Amid, un afgano y su amante. -Gracias por recibirme. – Dice nervioso.

-¿Qué haces aquí? – Pregunta Esther siendo cortante.

-Quiero conocerlo, yo sé que cometí un error, pero Esther, mírame, estoy aquí y quiero ser parte de su vida. – Termina esa frase con lágrimas en sus ojos. – Cómo empezó nuestra relación estuvo mal, lo sé. No significa que esto, la vida de Alan deba empezar de la misma forma. No quiero no formar parte de su vida. – Dice quitándose su anillo de bodas. – Me separé hace unos días. Esther, prometo que si me aceptas jamás te dejaré o él.

-Déjame pensarlo... - Susurra ella.

Al cabo de una semana se mudó con él a unas cuadras, mientras nos volvíamos a acomodar recibimos una visita de Bastian no con gratas noticias.

-¿Qué decidió? – Pregunta Dimitri tomando mi mano, es claro que se encuentra asustado.

-Suspenderán tu licencia por dos años. Es lo mínimo que pudimos acordar. Lo siento. – Concluye Bastian. Dimitri empieza llorar en mis brazos. -Es mejor eso a que no pierdas tu licencia de forma permanente.

Y septiembre se obscureció, Dimitri no salió durante días del cuarto, Ji-a se preocupó y cualquier intento mío para animarle se volvía en vano.

Las trece veces que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora