14 | dance (pt. 1)

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El día del baile llegó más rápido de lo que Cellbit hubiera querido. Era su primera vez en una de esas tan famosas fiestas y empezaba a sentirse nervioso. A pedido de su marido, sus hermanas habían sido invitadas también.

Y una de ellas, Baghera, había ido a su casa para prepararse juntos. Roier, en cambio, decidió hacer la previa en casa de uno de sus amigos.

— ¿No te sientes emocionado? Es la primera vez que nos invitan a una de estas cosas. Siempre solo invitan a papá. — pregunta ella, mientras modela con el vestido de seda color purpura que compró para la ocasión.

— Más que emocionado, nervioso. — confiesa.

— ¿Por qué?

— Es la primera vez que yo y Roier somos vistos como pareja casada desde la boda. Tenemos que actuar que estamos enamorados y convencer a todos. Rumores de un matrimonio por conveniencia no son buenos para el negocio.

— Siempre pensando en el dinero... — tararea Baghera, mientras juguetea con sus tacones. — Divierte hermanito, tal vez hoy conozcas a tu amante, a tu amor prohibido.

— Espero que no, sinceramente.

Pero su hermana no escucha su respuesta, porque desaparece por la puerta de la habitación. Cuando vuelve, entra sin tocar y alza un traje, desde la puerta.

— Estarás divino con esto.

— Estoy divino con cualquier cosa.

Ella ríe y le guiña un ojo.

— Esa es la actitud. — lo lanza en la cama y lo obliga a tomar asiento en frente del tocador. — Cuando termine de arreglarte, te iras a casa con todas las amantes que quieras.

Cellbit hace una mueca de desagrado. — Te repito. Sinceramente, espero que no.

Una hora después, Cellbit se mira en el espejo.

El traje ajustado de diseñador, hecho con seda de un color azul oscuro, con una corbata de color rojizo granate, favorece su cuerpo levemente tonificado, y la combinación de colores hace resaltar sus ojos celestes. Un reloj de muñeca con detalles de oro y zafiros adorna su muñeca, su pelo rubio oscuro y medianamente largo estaba recogido con una media coleta, se había afeitado la barba y se había perfumado con su perfume más caro.

Tiene... buen aspecto.

Baghera, detrás de él, no se queda atrás. Su vestido purpura acentúa sus curvas y su pelo rubio esta suelto, sus tacones blancos la hacen más alta y sus joyas le dan personalidad.

— Cuando Roier te vea... — dice Baghera, riendo. — ...agradecerá a Dios que seas su esposo.

— No digas babosadas. — bufa su hermano, pero se está sonrojando. Lo admite, Roier había sido la razón por la cual le había pedido a su hermana que lo ayudara, sino no se hubiera preocupado tanto.

— El chofer debe estar esperándonos. Vamos, o llegaremos tarde. — avisa la rubia, mientras baja las escaleras, soltando risitas emocionadas.

ˋˏ ♡ ˎˊ

La casa de los De Luque es digna de película. Su simplicidad elegante la convierte en la mejor casa de Cellbit ha visto jamás, y eso es mucho decir, porque la casota de los Lange no se queda atrás tampoco. Pero esta se nota que fue hecha para el espectáculo.

Adelante, hay un jardín con un camino de flores que conduce a la entrada. En el medio, una fuente de mármol vierte sus aguas con gracia. La estructura blanca era tan simétrica y perfecta, que era agradable a la vista. Es, realmente, una casa digna para una familia tan de prestigio como los De Luque.

Second chance | GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora