15 - Un día para faltar pt 1

710 122 31
                                    

Después de aquella refrescante ducha que Jimin había tomado sentía su mente más clara y su cuerpo más descansado. Aunque de todos modos se sentía raro por no haber ido a trabajar. Estar en su departamento sin hacer nada le recordaba a cuando estaba sin trabajo. Lo cual le hacía pensar si debería volver a eso o no. 

Ahora que se le había pasado la borrachera seguía reviviendo en su cabeza los hechos del día anterior con segundo D. Había explotado de una manera en la que nunca había imaginado, y no estaba seguro de tener la cara para volver a pararse frente a esos chicos. Se moría de vergüenza. Pero por otro lado, Jungkook tenía razón. ¿Qué otra cosa iba a hacer si no? ¿Solo desaparecer y ya? ¿Dejarlo todo y renunciar?

Y allí estaba otra vez su mente volviendo a pensar en su colega. Porque no importara cuántas vueltas le diera al asunto tratando de tomar una decisión sobre su futuro, todo siempre terminaba de alguna manera en Jeon Jungkook, su atractivo compañero de trabajo con el que había pasado la noche.

El profesor de Biología todavía no podía creer todo lo que había hecho o intentado hacer con él por culpa del alcohol. Se desconocía totalmente.

Sin embargo, también estaba sorprendido. Hubiera jurado que Jungkook habría aprovechado su estado de vulnerabilidad sin dudarlo. Pero no. El pelinegro había sido bastante respetuoso y hasta atento cuidándolo. Había sido…lindo. 

¿Lindo? ¿Por qué de repente estaba pensando de manera positiva y sonriendo como tonto al pensar en él? Jimin sacudió la cabeza al ser consciente de sus pensamientos. 

— Ay, ya basta — se dijo a sí mismo. — Tengo demasiados problemas ahora como para ponerme a pensar en alguien que solo quiere acostarse conmigo. No tengo tiempo para esto ahora. 

En ese preciso momento su teléfono sonó. Era un mensaje del profesor de Matemáticas. Como si lo hubiese invocado. 

“Salimos entonces? Me aburro.” Leyó en el mensaje. 

Jimin dudó en contestar aunque sabía que tenía que decir que no.

“Te invito a ir por un helado y a darte un tour por este mugroso barrio. Y te prohibo que me digas que no, muñeco. No invito a esta aventura a cualquiera.” Insistió Jungkook. 

Aquello hizo reír al rubio sin darse cuenta. Luego escribió:

“No lo sé. Tengo que pensar qué voy a hacer con la escuela. Además eso suena peligroso…¿y si intentan atacarme o robarme? ¿Me vas a seguir defendiendo?”

La respuesta de Jungkook vino enseguida: “Claro que sí. Salvarte el trasero ya se me está haciendo costumbre. Pero claro, eso no te saldrá gratis siempre.”

“Eres un bobo.” Le dijo Jimin, aunque todavía le seguía sonriendo a la pantalla. “¿Y qué me va a costar, a ver?” Añadió luego. Tarde se dio cuenta de lo que había enviado. Ya no se podía borrar. ¿Acaso estaba coqueteando él también?

“Mínimo un pico si le tengo que gritar a alguien. Beso con lengua si me tengo que pelear. Y si pierdo la pelea, sumado a eso dejar que te toque el trasero.” Lo resumió Jungkook todo en un solo mensaje.

Quizás en otro momento Jimin lo hubiera mandado a la mierda por hacer esos comentarios de pervertido pero extrañamente ahora no le molestaba. Le parecía hasta divertido. Podía sentir que su colega no tenía malas intenciones más que seguir robándole una sonrisa tras otra.

Y le funcionaba.

“Apuesto a que eres capaz de dejar que te partan la cara con tal de salirte con la tuya.” Escribió y envió.

“Yo no pierdo nunca pero por ti lo podría considerar.” Respondió el otro. Un mensaje que Jimin sintió más serio que los anteriores. Pero seguía bromeando ¿no? Por unos largos minutos el rubio no supo qué contestar, por lo que el mayor insistió.

La teoría del amor - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora