Jungkook corrió y salió del edificio principal. Tenía pensado enfrentar a los dos. A Jimin, le diría todo lo que sentía por él de una vez por todas. Y al ex novio, le diría que se vaya al diablo y no molestara. Seguramente él no era competencia para un tipo de Seúl con el cual Jimin ya había tenido una relación de varios años, pero se lo iba a decir de todas maneras. Iba a jugársela por completo.
Sin embargo, el pelinegro no llegó al estacionamiento, pues desaceleró sus pasos al ver que Jimin venía directo hacia él muy tranquilo. ¿Acaso Jay se había confundido? ¿Dónde estaba el maldito ex?
— ¡Hyung! — escuchó decir al rubio con una enorme sonrisa al quedar frente a frente. — No sabes lo que pasó, yo estaba en-
— Cierra la boca — lo calló de inmediato Jungkook mientras intentaba recuperar el aliento.
Jimin lo miró confundido. — Oye, ¿por qué estás a punto de escupir un pulmón? ¿Estabas corriendo?
— Ya sé. Ya me enteré — explicó Jungkook. — Taemin vino hasta aquí ¿no?
— ¿Uh? Jay ya te fue con el chisme ¿no? — pensó el rubio.
— Y me importa una mierda lo que te haya venido a decir ese imbécil — continuó Jungkook. — No quiero que te vayas.
— ¿Qué?
— Que no quiero que te vayas de Busan. No quiero que te vayas de esta escuela. Y definitivamente no quiero que vuelvas con ese tipo que no te supo valorar. No quiero que nos dejes. No quiero…que me dejes a mí — confesó totalmente acalorado.
Jimin estaba tan sorprendido de escucharlo decir todo eso de golpe. — Jungkook, yo…
— No, ahora estoy hablando yo — lo volvió a interrumpir el pelinegro. — Ahora me vas a escuchar. No me importa que ahora todo se haya arreglado, cuánto más te paguen en ese lugar o que la vida sea mejor allá, yo no quiero que te vayas, Jimin — repitió mirándolo a los ojos. Luego respiró profundo y continuó. — Pero si aún así quieres recuperar tu antiguo empleo porque así lo sientes, pues me vas a tener que llevar a mí y al mocoso contigo porque yo no te pienso dejar. El trabajo es una cosa pero tu ex es un rotundo no. No puedes volver con ese imbécil de Taemin. Sabes que solo apareció porque tu nombre se limpió, y no puedes creer si te dice que te ama, porque no es cierto. No te ama, no te merece. Y yo sí. Yo sí.
— Hyung… — Jimin no sabía qué decir. Creía estar soñando. Jungkook no podía estar soltando todo eso de su boca así porque sí. ¿Acaso había escuchado bien?
— Yo sí…yo sí te amo, genuinamente — aclaró Jungkook entonces. Su pecho se sentía tan liviano al dejarlo salir por fin. — Te amo…con todas tus cosas lindas, y con tus defectos. Te amo así ñoño e insoportable. Te amo cuando todo está bien, y te amo también cuando todo está mal. No me importa. Solo quiero estar contigo, Jimin.
— Hyung… — insistió el rubio con lágrimas amenazando salir de sus ojos. El corazón le latía tan rápido. Pero el mayor no se callaba. Ahora que había empezado, no podía parar.
— Y ya sé que con él tienes más historia que conmigo, pero me niego a que le des otra oportunidad a él antes de que me la des a mí — continuó el pelinegro. — Por favor, solo déjame mostrarte que puedo hacerte feliz.
Hubo un breve silencio después de eso mientras Jimin lo contemplaba completamente ilusionado, mientras Jungkook se sentía totalmente vulnerable. Y solo estaban ellos dos, viéndose a los ojos.
— Hyung, no me voy a ir a ningún lado — explicó luego el rubio.
— ¿Ah no?
— No. Se lo dije a Taemin, se lo dije a Jay. No voy a volver a Seúl. Me voy a quedar aquí. Esta es mi escuela — sonrió. — Nunca consideré volver.
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La teoría del amor - Kookmin
FanfictionPark Jimin es un joven profesor de secundaria que después de enseñar en las más prestigiosas y costosas escuelas en Seúl, se ve obligado a mudarse a Busan y a trabajar en una humilde secundaria en las afueras de la ciudad. Allí no solo los estudiant...