34 - Las vueltas de la vida

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Jimin puso a cargar su celular y cuando lo encendió cientos de mensajes y llamadas empezaron a aparecer. Colegas de la escuela, ex colegas de otras escuelas, alumnos, ex alumnos, sus padres, Yoona, gente que ni conocía, todo el mundo quería hablar con él o tenía algo para decirle. Y mientras intentaba ponerse al día, lo volvía a ver una y otra vez.

Era un video de Suno, su ex alumno de Seúl, lo que había desatado el escándalo. El menor lo había publicado en sus redes sociales y se había esparcido por todos lados con una rapidez impresionante. Allí el alumno contaba públicamente que era homosexual, que sus padres lo habían obligado a intentar ser algo que no era, y sobre todo habló sobre Jimin. Sobre cómo había sido el único profesor que lo había ayudado y apoyado. Resaltó todas sus mejores características como profesor y como persona. E hizo énfasis en cómo le había arruinado la vida con sus mentiras. Suno lo había contado todo. El rechazo, el odio de sus padres, de otros padres, de todas las escuelas y sobre todo como su familia había usado su poder y dinero para intervenir e impedir que Jimin consiguiera un nuevo empleo simplemente por ser gay.

Y obviamente pedía disculpas, miles de disculpas en medio de sus lágrimas. Y que estaba dispuesto a afrontar las consecuencias. 

— No puedo creer que lo hizo. Ese tonto — decía Jimin desesperado. — ¡Le dije que no hiciera nada!

— ¿Pero, profe, no entiende? La gente está como loca en los comentarios. Están de su lado — explicó Jay. — Incluso las escuelas están sacando comunicados diciendo que no tienen nada que ver y que lamentan si alguien se sintió discriminado, y que es bienvenido a trabajar donde le guste. Obviamente nadie quiere quedar mal.

— Esto limpiará tu imagen, Jimin — coincidió Jungkook. — Es algo bueno.

— ¿Y qué hay de Suno? ¿Qué pasará con él? — era lo único que le preocupaba a Jimin.

— Uh, bueno, a él le están tirando mucha mierda en las redes, pero qué importa — Jay se encogió de hombros ganándose en respuesta un golpe de Jimin en el brazo. — ¡Ouch! Solo digo que esto fue decisión de él, nadie lo obligó. Se expuso solo.

— Ugh, lo voy a matar. ¿Cómo pudo? — siguió lamentándose el rubio. Detestaba que el chico tuviera que pasar por todo el hate que él ya vivió. No le importaba que ahora la gente estuviera de su lado.

— Jimin, claramente Suno estaba colapsado y lo necesitaba. Jay tiene razón. Él dijo cuando vino aquí que quería arreglar las cosas. Fue su decisión. Y creo que fue muy valiente lo que hizo — lo animó Jungkook. Y al oirlo Jimin no soportó más y se echó a llorar. Su hyung lo abrazó de inmediato.

— Pero yo no quería que él sufriera así, es solo un niño — sollozaba. 

— Él va a estar bien. Se nota que es fuerte, o no hubiera hecho lo que hizo. Cálmate — Jungkook le frotaba la espalda. — Por favor, ya no llores, Jiminie.

— Uh, no entiendo por qué llora, debería estar saltando de alegría — cuestionó Jay. Era la primera vez que veía a su profesor así y no le estaba gustando nada. Le hacía doler su propio corazón, le angustiaba. — Ugh, qué bronca, las cosas que me hacen hacer — exclamó entonces. Tomó su teléfono y empezó a teclear y teclear. 

— ¿Qué vas a hacer? — le preguntó Jimin mientras secaba sus lágrimas.

— Pues qué más, me voy a poner a defender a ese tarado de Suno en las redes. Y voy a denunciar cada maldito comentario de odio hasta que los bloqueen. Ahora me van a conocer.

Y Jimin supo que solo lo hacía por él. — ¡Ven aquí, tonto! — exclamó y se largó a llorar otra vez, ahora abrazando a Jay. — ¡Te quiero! ¿Lo sabes, no? ¿Sabes cuánto te quiero?

La teoría del amor - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora