Capítulo 19: Te amo tanto, tanto que me siento tonta

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Marc sabía que por dentro tenía envidia. Envidia de ver a su mejor amiga tan feliz por su noche perfecta. Allí, corriendo de un lado a otro probándose los muchos vestidos sin saber cuál elegir para despedir la noche.

Mientras, él se resumía a estar sentado en un sillón tratando de embriagarse con la botella de vino.

—El rojo oscuro te queda bien, además, al quedarte por las rodillas, te da más comodidad, ¿no? —opinó.

Lorena se observó en el espejo del tocador y se posó a medio lado, observando las plataformas negras.

—¿Lucen con el vestido? —preguntó.

—Sí, claro que sí —respondió Marc.

—Cierto, es muy lindo —Lorena dio una vuelta como si fuera niña pequeña—. ¡Estoy demasiado emocionada, todo ha salido tan perfecto, creo que hoy no podré dormir!

—No, no creo que puedas dormir. Te espera la follada del año. Claro, si Cristian no se ha embriagado aún.

A Lorena se le borró la sonrisa de golpe.

—¿Crees que él ahora está...? —trató de preguntar.

—No lo sé.

En aquel momento se abrió la puerta y apareció a la vista Cristian, detrás de él, un hombre cargando unas maletas.

—Amor, ¿por qué te demoras tanto? —preguntó.

Lorena soltó un suspiro de alivio.

—Te habría matado en este momento si estuvieras vuelto nada —dijo Lorena.

Cristian tragó en seco y después limpió su garganta, volteó a ver a Marc.

—¿Qué le dijiste? —preguntó Cristian.

—Nada —Marc respingó las cejas.

Laura observó por la ventana los andenes solitarios y por un momento sintió que el sueño la atrapó, pero, se obligó a seguir despierta al recordar que quien manejaba era Camilo.

Observó por el rabillo del ojo que Camilo veía por el retrovisor. Se acomodó y sacó de su cartera su celular.

Unos minutos después, el auto se detuvo y escuchó el suspiro de Camilo.

—Ya llegamos —informó el joven.

Laura alejó su rostro del celular y después abrió la puerta del vehículo para salir.

—Gracias.

La joven se iba a bajar, pero Camilo la detuvo.

—Laura, espera —pidió.

Laura tragó en seco y detuvo su acto.

—¿Sí?

Hubo un segundo de silencio.

"Si tratara de acercarme a ella... ¿qué...?" pensaba Camilo.

El joven desplegó una ligera sonrisa.

—Nada, que descanses —dijo Camilo.

—Igual.

Laura salió del auto y cerró la puerta.

"Si intentara acercarme a Laura, ¿ella... cómo...?" Camilo se limitó a observarla por la ventana del auto mientras la joven saludaba al portero. El hombre le abrió la puerta del portón y la joven entró a la vivienda sin voltear a ver atrás.

"No, Laura está mejor sin mí" pensó el joven.

Adam bañó el cuerpo desnudo de Sasha con vino y después comenzó a besarlo para así limpiarlo del líquido.

Casados por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora