Always | La hermana de Harry Potter | Draco Malfoy y tú [TERMINADA]

68 | Incertidumbre

. ●・○・●・○・● ●・○・●・○・● ●・○・

_______

¿?

♡

____________________

♡

LESLIA SE DESPERTÓ LENTAMENTE, ABRIENDO LOS OJOS CON ESFUERZO. Una gran luz impactó contra sus ojos fuertemente, y tuvo que pestañear.

Al principio, no sabía dónde estaba.

Pero, al poco tiempo, se dio cuenta de que estaba en la enfermería de Hogwarts, con los familiares olores a pociones y una luz tenue que entraba por una ventana.

Leslia se movió, sintiendo una punzada de dolor en la cabeza. Al notar el dolor, todos los recuerdos de la última noche empezaron a resurgir en su memoria.

Recuerdos de los mortífagos, de la batalla en el ministerio, y de su caída por las escaleras.

Leslia cerró los ojos, intentando calmar el temblor en su pecho. Parecía como si todos los acontecimientos del último mes hubieran acumulado una carga de estrés y angustia en su interior.

Pero, de alguna manera, sabía que tenía que seguir adelante. Tenía que concentrarse en lo importante. Y eso era recuperarse de su herida y volver a la normalidad. Así que ella tomó una profunda respiración, y abrió los ojos, mirando a su alrededor.

La enfermería estaba tranquila, con una única luz que proyectaba sombras en las paredes. Leslia trató de moverse, pero sintió una punzada de dolor en la cabeza. Entonces, pestañeó varias veces al distinguir más figuras en la habitación.

Vio a la profesora Umbridge, quien estaba acostada en otra cama un poco más allá, contemplando el techo.

Dumbledore había entrado solo en el bosque para rescatarla de los centauros, pero nadie sabía cómo había logrado salir de la espesura sin un solo arañazo y con Dolores Umbridge apoyada en él; y, por supuesto, la profesora Umbridge no era quien desvelaría aquel misterio.

Inmediatamente, la profesora Umbridge se incornoró de un brinco y miró asustada a su alrededor.

—¿Ocurre algo, profesora?—le preguntó la señora Pomfrey asomando la cabeza por detrás de la puerta de su despacho.

—No, no... —contestó Dolores Umbridge, y volvió a apoyarse en las almohadas—No, debía de estar soñando...

Se escuchó un ruidito, eran Ginny y Hermione, quién trataban de no reírse. Ginny, a quien la señora Pomfrey había curado el tobillo en un periquete, estaba acurrucada en un extremo de la cama de Hermione.