Always | La hermana de Harry Potter | Draco Malfoy y tú [TERMINADA]

83 | La fiesta de Slughorn

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PUNTOS DULCES

Este capítulo contiene escenas subidas de tono

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LESLIA SE MIRÓ EN EL ESPEJO MIENTRAS SE PONÍA SUS ARETES DE PERLA. Se estaba arreglando para ir a la fiesta navideña de Slughorn, pero su ánimo no era el mejor. No tenía a nadie con quien ir y, encima, acababa de discutir con Draco de nuevo, lo que la había dejado en un estado de ánimo sombrío.

Se puso su vestido negro de terciopelo y se recogió el pelo en un peinado elegante. Se miró de nuevo en el espejo y vio su reflejo, con una expresión triste y adusta.

—No puedo creer que vaya a ir a esta fiesta sola —se dijo en voz alta.

Pero sabía que no podía quedarse en su habitación toda la noche. Así que, con un suspiro, se dirigió hacia la sala donde se celebraba la fiesta.

Cuando llegó, vio a todos los demás estudiantes charlando y riendo con sus amigos. Se sintió aún más sola.

El despacho era mucho más amplio que los de los otros profesores, bien porque lo habían construido así, bien porque Slughorn lo había ampliado mediante algún truco mágico.
Tanto el techo como las paredes estaban adornados con colgaduras verde esmeralda, carmesí y dorado, lo que daba la impresión de estar en una tienda.

La habitación, abarrotada y con un ambiente muy cargado, estaba bañada por la luz rojiza que proyectaba una barroca lámpara dorada, colgada del centro del techo, en la que aleteaban hadas de verdad que, vistas desde abajo, parecían relucientes motas de luz. Desde un rincón apartado llegaban cánticos acompañados por instrumentos que recordaban las mandolinas; una nube de humo de pipa flotaba suspendida sobre las cabezas de unos magos ancianos que conversaban animadamente, y, dando chillidos, varios elfos domésticos intentaban abrirse paso entre un bosque de rodillas, pero, como quedaban ocultos por las pesadas bandejas de plata llenas de comida que transportaban, tenían el aspecto de mesitas móviles.

Leslia se acercó a Harry y conversó un poco con él, cuando los interrumpieron.

—¡Harry, amigo mío!—exclamó Slughorn en cuanto vio al muchacho y a su hermana—¡Pasa, pasa! ¡Hay un montón de gente que quiero presentarte!

Slughorn llevaba un sombrero de terciopelo adornado con borlas haciendo juego con su batín. Agarró con fuerza a Harry por el brazo, como si quisiera desaparecerse con él, y lo guió. Leslia los siguió un poco, mirando alrededor algo incómoda.