Always | La hermana de Harry Potter | Draco Malfoy y tú [TERMINADA]

113 | Cuando lo mires a los ojos

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EL REENCUENTRO  

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LA VOZ DE VOLDEMORT RESONÓ DESDE LAS PAREDES Y EL PISO, y Leslia se dio cuenta de que estaba hablando para Hogwarts y todo lo que lo rodeaba; que quienes vivían en Hogsmeade y todos aquellos que aún peleaban en el castillo lo escucharían tan claramente como si estuviera parado detrás de ellos, sintiendo su aliento en sus cuellos, como un soplo de muerte.

—Han peleado—dijo la voz, fría y aguda—valientemente. Lord Voldemort sabe valorar el coraje.

"Aun así, han sufrido grandes pérdidas. Si continúan resistiéndose a mí, todos ustedes morirán, uno por uno. No quisiera que esto pasara. Cada gota de sangre mágica que se derrama es una pérdida y un desperdicio.

"Lord Voldemort es piadoso. Ordeno a mis tropas retirarse inmediatamente.

"Tienen una hora. Preparen su muerte con dignidad. Traten a los heridos.

Leslia miró a su amo y apretó su varita fuertemente, entrelazando su mano con la de Draco. Ambos se miraron con determinación. Leslia no había salido a pelear a la guerra. No aún. Primero tenía unos asuntos pendientes con su hermano.

La pelirroja había sido un fuerte motor mental para Draco, quien parecía haberse debilitado y dudado de su bando. Leslia le había convencido de que el mundo no es blanco y negro, que es gris también, y que en todo caso, ¿qué hay de malo en ser malo cuando el mundo está mal?

Si no hubiese sido por ella, tal vez se habría rendido. Pero Leslia no quería conducirlo por un mal camino, por supuesto que no. Tenía un as bajo la manga, y quería vengarse de todos aquellos que le habían echo daño alguna vez. De todos y cada uno. Lenta y tortuosamente.

—"Ahora te hablo a ti, Harry Potter. Has permitido que tus amigos mueran por ti en vez de enfrentarte conmigo. Esperaré durante una hora en el Bosque Prohibido. Si cuando acabe esa hora no has venido a verme, si no te has rendido, entonces la lucha se reiniciará. Pero esta vez yo mismo entraré en la batalla, Harry Potter, y te encontraré, y castigaré a cada hombre, mujer o niño que trate de protegerte. Una hora".

Leslia dejó la mano de su amado y se acercó con temeridad a su amo.

—¿A resuelto el problema con Snape, mi señor?

Voldemort la miró. Parecía débil, víctima de los destrozos de su alma a raíz de los horrocruxes destruidos por su hermano. Pero aún seguía en pie, más peligroso y enérgico que nunca.

—Snape a muerto. Yo mismo lo he matado. —sentenció Voldemort, y Leslia no se sorprendió al no sentir ningún tipo de culpa o remordimiento. Sin embargo, un recuerdo floreció en su mente en ese mismo instante.

—¿Que estás haciendo, Leslia?—Preguntó Snape aquella tarde, su mirada fija en la melena lisa de la pelirroja. Leslia le daba la espalda, mirando fijamente a la chimenea mientras acariciaba impacientemente su anillo de compromiso.