I'LL FIND YOU- Cap 11

696 42 17
                                    

La atmósfera estaba cargada de una intimidad que solo se encuentra en los rincones donde los corazones se encuentran desnudos.

-Voten y comenten vvs.

LA PENUMBRA LLENABA LA HABITACIÓN, interrumpida por el suave llanto de nuestro bebé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LA PENUMBRA LLENABA LA HABITACIÓN, interrumpida por el suave llanto de nuestro bebé. Cauta, me disponía a levantarme, pero Carl se adelantó.

-Tranquila, yo iré por él -dijo Carl, deslizándose de la cama con la misma destreza con la que se movía en medio de la oscuridad. La luz de la luna delineaba su perfil, ofreciendo una imagen serena que contrastaba con los sollozos de Cassian.

En silencio, Carl alzó con ternura a nuestro pequeño, que, aunque afligido, encontró consuelo en los brazos de su padre. Carl me entregó a Cassian con delicadeza, y yo lo acomodé en mi regazo, preparándome para amamantarlo.

Al regresar a la cama, los ojos de Carl se encontraron con los míos, comunicando una calma que siempre me reconfortaba. Cassian, aferrándose con fuerza, buscó alimento y consuelo en el pecho. Los llantos cedieron gradualmente, transformándose en suspiros de tranquilidad.

-Gracias, Carl -susurré, sintiendo gratitud por tener a alguien tan comprensivo y solidario en estos momentos agotadores.

Carl sonrió y se acomodó a mi lado. Con su pequeño estómago saciado, Cassian finalmente se acomodó en su cuna, y yo me deslicé nuevamente bajo las cálidas sábanas junto a Carl. Él extendió sus brazos, y me abrazó con ternura. La habitación estaba envuelta en una quietud que solo se interrumpía por los suaves suspiros de nuestro bebé durmiendo.

Me acomodé en el abrazo reconfortante de Carl, sintiendo su calor y seguridad a mi alrededor. La luna, testigo silente de nuestras vidas, pintaba una paleta de sombras y destellos en la habitación. Mi mirada se encontró con la suya, y en ese intercambio silencioso, ambos compartimos el cansancio y la dicha de ser padres.

Con un susurro, Carl rompió el silencio. -Te amo, Dae - dijo, y su voz era un eco cálido en la penumbra.

-Tambien te amo -respondí, sellando nuestras palabras con un suave beso. Nos quedamos acurrucados, compartiendo ese momento de paz que solo se encuentra en la complicidad de dos almas que se han entrelazado en un viaje compartido.


















- 1.  I'LL FIND YOU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora