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Ｉ＇ＬＬ ＦＩＮＤ ＹＯＵ * ˚ ✦
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Soy Daenerys Smith, Rhee o Grimes como quieras llamarme. Pero mi apellido, desde que nací es Smith, desde que todo inicio mi ma...
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AMBOS NIÑOS ESTABAN en el acantilado, solos. Cassian se sentía vulnerable al compartir sus pensamientos más íntimos con Judith. Jugaba nerviosamente con sus manos mientras buscaba las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.
-No lo conocí del todo - comenzó, su voz resonando con sinceridad. -Pero sé que él me amaba. Daría cualquier cosa por volver a estar con él, incluso si eso significara morir.
Judith asintió, compartiendo su pesar por la pérdida de su hermano mayor.
-Extraño a Carl — confesó con un suspiro. -Él siempre decía que yo era una princesa... Aunque nunca me creí eso porque no me gustan los vestidos -añadió con una sonrisa nostálgica.
Una pequeña risa escapó de los labios de Cassian, encontrando gracia en la ocurrencia de su tía. -A veces olvido que eres mi tía -confesó con una sonrisa tímida.
Judith rió suavemente, sacudiendo la cabeza con ternura.
-Oh, no me llames así -bromeó. -Llámame Jude. "Tía"suena demasiado formal - sugirió con una sonrisa, disfrutando de la cercanía y la complicidad que compartían en ese momento especial en el acantilado.
Cassian se levantó lentamente, su mirada perdida en el horizonte mientras reflexionaba sobre las historias que su madre le había contado sobre su abuelo.
-Mi mamá lo conocía bien, me contó muchas cosas sobre él -comentó Cassian, su voz ligeramente melancólica. -De la vez que perdió el ojo, pero no me contó por qué ese chico le disparó, o también cuando fingió su muerte, cuando recibió un disparo. Mi padre sobrevivió a mucho...
Judith asintió con solemnidad, compartiendo el asombro y la admiración por las hazañas de su hermano mayor. -Tienes razón, dos disparos, enfrentándose a hordas y hordas de caminantes... Es realmente admirable -musitó, recordando las historias.
Sin embargo, el reloj de Judith marcó la hora, recordándoles que era tarde y que debían regresar antes de que alguien se diera cuenta de su ausencia. Con un último vistazo al paisaje sereno del acantilado, Cassian y Judith emprendieron el camino de regreso a Alexandria, llevando consigo los recuerdos y las lecciones aprendidas durante su tiempo juntos.
