11. Psycho

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Dos semanas y media, dos putas semanas y media habían pasado desde que Jimin le ignoraba. Sus llamadas eran declinadas por un "Usuario no existente" mensajes que tampoco eran vistos si quiera, Jeon evitaba sus preguntas y Namjoon pasaba al 100% de él si no era para hablar de temas legales, lo peor es que todo este papelón le trajo problemas con Jennie, quién se quejaba que desde que formalizaron Min no le prestaba atención en ningún sentido. No habían intimado nunca, ¿Qué mierda le pasaba? Lo peor de todo es que las fotos que subía el rubio con su pareja le tenían los huevos hinchados, rabia, impotencia, ira, estaba volviéndose loco, un loco sicópata que llegó al punto de investigar el horario de Park con tal de topárselo a la salida de la universidad. Pero "oh sorpresa" tampoco le vió llegar al establecimiento o salir de éste, era como si la existencia completa de su muñeco de porcelana desapareció de la faz de la tierra.

Llevaba un mes desde la primera vez que se acostaron, dos semanas y media desde la última vez que tuvieron relaciones. ¿Así es como serían las cosas? Nadie, en su puta vida había huido de él, ni siquiera podía pedirle ayuda a alguno de sus amigos o incluso a Seokjin que hasta el momento le odiaba, hasta Taehyung optó por hacerle la ley del hielo siendo que antes era uno de sus consentidos.

—¡Puta madre!.— el grito dentro de la oficina del pálido fue tan fuerte que hasta la secretaria que estaba a punto de abrir la puerta se sobresaltó.

—S-Señor Min.

—¡Qué!.— Pudo notar el semblante de pánico de la pobre mujer, que hasta el momento se había quedado petrificada en la entrada de la oficina.— Lo siento Sun, dime.

—Los inversionistas han llegado, el Señor Jeon y el Señor Kim estaban en camino hacia la sala de juntas.—Con una reverencia se despidió y a paso rápido salió del lugar huyendo de la presencia arisca de su jefe.

No le quedaba de otra que ir a la sala de juntas aunque el humor que se cargaba era de los mil demonios, cuando llegó vió a los inversionistas y saludó con una reverencia, a paso rápido tomó asiento para comenzar con todo los formalismos pertinentes de la reunión. Pero no tenía cabeza, le dolía de hecho, por suerte sus secretaria tomaba apuntes de todo así que al final se los pediría. Contestaba las preguntas con monosílabos y así transcurrieron las horas hasta que todos salieron del lugar quedando solo los Ceos de la industria.

—Yoongi te estamos hablando.— Salió de sus pensamientos cuando la voz de Jungkook le hizo reaccionar, dirigiendo su mirada hasta el pelinegro levantó una ceja para que continuara hablando.— Te decía que mañana es tu cumpleaños, deberías tomarte el día libre.— ¿Su cumpleaños? En qué momento, descolocado vió a ambos presentes que intercambiaban miradas entre ellos notandose un poco preocupados.

—¿Estás bien?.— ¿Lo estaba? No, su compromiso se estaba yendo a la mierda, aunque realmente no le importaba. Jennie era su prometida por conveniencia, sus padres habían arreglado aquel acuerdo para elevar la entrada económica que ellos tenían uniendo en matrimonio a la hija de unos de sus inversores, su padre a pesar de preguntarle si estaba de acuerdo o no hizo lo que quizo como siempre. En cambio su madre me había dado a libre elección aceptar o no, en segunda instancia estaba su obsesión con el rubio. Extrañaba follarselo, hacerlo gritar y pedir más, es que de solo pensarlo se empalmaba. Jodida mierda, claro que no estaba bien. En tercero, le habían engañado, ¿Podía reclamar? Claro que no, sabía que Jennie desde un inicio estaba con alguien más, por eso es que daba igual si se acostaba con otras personas, dejarían de hacerlo cuando se casaran, aunque claramente esa boda al final de cuentas nunca se realizaría.

—Jennie me pateó.— Como se decía vulgarmente, en resumen, Jennie había terminado con él.

—¡Qué! ¿Descubrió que eras infiel?.— Esta vez fue Namjoon quién habló.

¿No que muy hetero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora