37. Aléjate de mi

133 6 0
                                    

—¿Estás seguro en ir solo? Es que si algo te sucede a ti también no podría soportarlo, por favor, déjame ir contigo —Jimin se aferraba como podía al cuerpo de su amado, quien negaba ante sus peticiones y le explicaba que nada malo sucedería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Estás seguro en ir solo? Es que si algo te sucede a ti también no podría soportarlo, por favor, déjame ir contigo —Jimin se aferraba como podía al cuerpo de su amado, quien negaba ante sus peticiones y le explicaba que nada malo sucedería.

Con sus casi siete meses de embarazo y la inestabilidad que llegó a su vida el rubio tuvo que dejar la universidad y volverse "dueño" de casa. Vivía siendo vigilado por los abuelos de Yoongi todos los días quienes por petición del pálido se mudaron de forma provisoria a la casa en la cual se estaban hospedando para la venida de su primer hijo.

—Cariño, muñeco mírame. Cielo, mírame por favor—Jimin levantó su rostro enrojecido por el llanto mirando directo a los ojos rasgados de Yoongi— Nada malo sucederá, lo prometo. ¿Alguna vez he roto mis promesas?

—No, pero tu padre...es malo. No quiero que nuestra garrapata crezca sin ti, me imagino lo peor.

—No pasará, mi abuela te cuidará mientras voy con Yonssik a ver a mi padre—Tomó como pudo al menor en sus brazos cuidando de no aplastar a su garrapata, Jimin le rodeó la cadera con sus piernas y escondió su rostro en el cuello de Yoongi aspirando su masculino olor.

Si bien Jimin sabía que nada muy malo pasaría, sentía inseguridad de dejar ir a Yoongi como si nada a esa reunión que tenía con el señor Min. Le tranquilizaba un poco saber que iba junto a su abuelo, pero su estomago dolía de los nervios.

—Cariño, no estés así. Me dejas preocupado, no te pongas mal que le afectará a nuestra garrapata.

Yoongi tomó entre su mano el mentón de Jimin y besó su boca con lentitud, saboreó esos esponjosos labios e incluso disfrutó de la calidez de la boca del rubio con su lengua en un intento por transmitirle paz.

—Ten cuidado por favor, escríbeme cada media hora para saber que sigues vivo.

—Lo haré bebé, ¿Irás a visitar a Taehyung, hoy? —El menor asintió —Bien, vayan con cuidado...y Jimin.

Atento miró a los ojos a su prometido, quien cambió su semblante. Notaba cierta tristeza en los ojos oscuros de Yoongi, algo que le causaba extrañeza.

—¿Yoonie?

—Perdón por cortarte las alas siendo tan joven Jimin, un hijo es mucha responsabilidad y no deseo que te sientas estancado por mi descuido...—Depositó el cuerpo del embarazado sobre el sofá del living.

Jimin continuaba mirando sin saber que decir, claro que tenía sueños y metas. Deseaba terminar su carrera y ejercerla, pero también amaba a Yoongi. El cariño que sentía dentro de su corazón era demasiado grande, si bien sus planes en un principio eran graduarse e irse del país para comenzar su vida profesional, hoy las cosas eran muy distintas.

Nada de eso había cambiado, solo se postergó. Lo que quería hacer en el extranjero se podía hacer en Seúl.

Ahora tenía a alguien que lo apoyaba y no solo en sus días buenos, Yoongi estaba con él incluso cuando la tristeza lo consumía. En sus días de enojo, antojos, berrinches, en sus alegrías, emociones, todo. Era parte de su vida, un pilar fundamental, una ayuda.

¿No que muy hetero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora