Jeon Jungkook un Ceo importante en Corea del Sur de una de las mas grandes empresas de música junto a sus dos amigos Min Yoongi y Kim Namjoon.
Conocido por ser uno de los hombres más codiciados por mujeres y hombres, lástima que su gusto se limitar...
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Faltaban solo unos días para que su hijo cumpliera los dos meses y Taehyung no daba señales de volver.
Se había cansado de llorar o quizás sus lagrimas se agotaron y por eso ya no podía hacerlo. Estaba arruinado, su vida era un martirio y se sentía el peor padre del mundo. Su hijo le alegraba los días, pero recordar a su caramelo en esa cama conectado a oxigeno siendo una persona inerte le quemaba por dentro.
A pesar de recibir la ayuda de todos sus cercanos para cuidar a su bebé, no era suficiente. Soobin lloraba desconsolado cuando le alejaban del cuerpo de Taehyung, cuánto deseaba que su hijo fuera amamantado por su papi, algo que no podía darle.
—No puedo más, lo necesito conmigo. Por favor, hagan algo —La angustia en la voz de Jungkook calaba en los huesos del médico que intentaba darle esperanzas.
—Lo siento señor Jeon, no sabemos la causa de que aún no despierte —Negando con su cabeza volvió resignado a sentarse al lado de su prometido, tomando su mano helada que estaba a un costado de su propio cuerpo.
—Por favor Tae, cariño. Despierta, te necesitamos, te necesito.
—Jungkook, debes descansar. Cuidaremos de Soobin por hoy, ve a casa a dormir un rato —Seokjin acarició la espalda tensa del menor, quien agradeció por la ayuda que le brindaban.
Se acercó a su bebé despidiéndose de él con unos cuantos besos en su mejilla y expresándole su amor sincero.
Ya eran las 20:00 horas, las visitas se acababan pero él podía dormir junto al castaño al lado en un sofá cama.
Se quedó unas horas susurrándole cuanto lo amaba, le contaba su día a día mientras tomaba su mano entre la suya y la acariciaba.
Sin darse cuenta el cansancio azotó su cuerpo delgado, y se durmió junto a Taehyung. Sin darse cuenta que su mano era presionada por la del menor, algo leve debido a la falta de actividad, pero insistente.
—J...Jun —Los susurros rasposos que salían de los labios del castaño al estar tanto tiempo sin hablar quemaban su garganta.
Intentaba abrir los ojos pero estos le pesaban, para el final caer nuevamente en un sueño.
Jeon se despertó por el dolor de cuello debido a la posición en la que estaba, se reincorporó en el asiento y estiró sus brazos provocando que sus huesos sonaran en el camino. Su vista estaba borrosa al recién despertar, no pudo evitar restregar sus ojos y mirar la camilla.
Llevándose la sorpresa del día que hizo que se levantara del golpe botando la silla con sus piernas.
—¿Tae? —Sus ojos se encontraron con los avellanos de su novio quien le miraba fijamente —No, estoy soñando.
Salió del lugar y corrió al baño para lavarse el rostro, dejando a un castaño confundido y con las palabras en la boca.
Retornando sus pasos y mas calmado, Jungkook entró al cuarto de hospital encontrándose con un Taehyung mirándolo nuevamente y esta vez si entendió que su novio había despertado.
